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Yusuf Demir, otra cara nueva de un Barcelona que busca renovarse

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Barcelona, con un golazo de Depay, rescató un punto en su visita a Bilbao (2:06)

Athletic lo ganaba con gol de Iñigo Martínez, pero el neerlandés logró la igualdad en una gran definición. Fue por la segunda fecha de La Liga. (2:06)

BARCELONA -- Yusuf Demir se convirtió el sábado en el aspirante oficial a suceder a Pedri en el Barça de Koeman. Hace once meses, el 27 de septiembre de 2020, el canario a quien el entrenador había aconsejado una cesión en su primera charla debutó en el estreno liguero frente al Villarreal en el Camp Nou, sustituyendo a Coutinho a los 70 minutos y presentando una figura que se acabó convirtiendo en indiscutible. Suponer lo mismo con Demir se antoja un atrevimiento fuera de medida... Pero el austriaco, por si acaso, dio el primer paso.

La presentación del joven Demir coincidió en San Mamés con el desperar urgente de un Barça agobiado, que sufría un auténtico calvario que desmentía la buena imagen mostrada en el estreno liguero de una semana antes frente a la Real Sociedad. Atrevido y descarado aunque apenas trascendente disfrutó de media hora en la que el equipo de Koeman se rebeló contra la depresión, salvó un empate y logró, aunque solo fuera en parte, aparcar los discursos apocalípticos que a buen seguro ya se preparaban a su alrededor.

Entre discreto y mediocre durante una hora larga y fugazmente furioso los últimos veinte minutos, el Barcelona dejó clara muestra de lo que de él se puede esperar esta temporada. Si Braithwaite no hubiese fallado un gol al principio o si el árbitro no hubiera anulado el logrado por Araújo rozándose el descanso las crónicas, probablemente, habrían sido mucho más indulgentes, e incluso elogiosas, con el rendimiento futbolístico azulgrana, que se las vio y se las deseó para resistir la presión de ese Athletic desatado que le devolvió a la tierra de los mortales.

A lomos de un excelso Memphis, que más allá del gol, golazo, que evitó la derrota completó una actuación digna de lo que de él se espera y apoyado en el despertar, tardío pero a tiempo, de un De Jong dispuesto a tomar los galones, el Barça tiene elementos de sobra para afrontar la temporada con las máximas aspiraciones en una Liga que no ha hecho más que comenzar.

Deberá Koeman apretar las clavijas de una defensa demasiado débil cuando es agobiada por el rival y tendrá que presentar sus credenciales un Griezmann que pasó peligrosamente en silencio por San Mamés. Desaparecido para siempre de la escena Leo Messi se espera el grito del colectivo que disfrutó tanto ante la Real Sociedad como sufrió contra el Athletic... Y también, de las nuevas apuestas de un entrenador dispuesto a seguir apostando por los jóvenes.

Fue Pedri primero, Araújo y Mingueza después e Ilaix Moriba más tarde la pasada temporada. Ahora se sospecha el momento de Nico y de Demir, el muchacho llegado en silencio desde Viena para ser el tercer austriaco en vestir de azulgrana. El primero se llamó Ernst Löwinger y apenas disputó cuatro partidos amistosos en 1934; Hansi Krankl significó una explosión de júbilo en 1978, cerrando su primera temporada con 36 goles para apagarse después.

Si este joven a quien Piqué se atrevió a comparar con Messi por su capacidad en el regate, alcanza la prestancia que mostró el Pedri que comenzó este mismo domingo sus vacaciones improvisadas, el barcelonismo podrá darse por satisfecho... Aunque, esperando al partido contra el Getafe del próximo fin de semana se mantenga entre las dudas y la ilusión.