Mientras el Barcelona le busca una salida, De Jong, Luuk, sigue sin decir esta boca es mía. Espera a que pasen las semanas, con calma, antes de decidir si acepta marcharse, ya sea al Cádiz, a Turquía o de regreso a su país, y de momento aprovecha que el Covid y las lesiones pasan factura a la plantilla sin afectarle para que Xavi, por obligación, le vaya concediendo minutos. Y en Mallorca, en el estreno del año, se reivindicó con furia.
Lo hizo el neerlandés con su gol en el último minuto de la primera mitad... Y lo hizo Ter Stegen en el tiempo añadido de la segunda, sacando una mano providencial, milagrosa y mayúscula, para mantener a cero su portería y certificar la victoria. Tan criticado esta temporada, el meta germano hizo aquello que tanto se espera de él: salvar remates imposibles. Lo que tantas veces hizo en el pasado y debe, se confía, volver a hacer en el futuro inmediato.
No se sabe a estas alturas como acabará la Liga, con el Barça todavía fuera de los puestos de Champions y a 15 puntos (con un partido menos) del líder Real Madrid... Pero la victoria en Son Moix quedará escrita a través de Luuk de Jong, ahí colocado como 9 de emergencia, de necesidad y hasta desesperación, para levantar, catapultar, el ánimo de un equipo que a trancas y barrancas, sobrevive dando síntomas futbolísticos para la esperanza.
Triunfo ajustado por 1 a 0 con gol de Luuk de Jong: el neerlandés había probado de chilena, pero le dio al travesaño. Rodrigo Battaglia, Franco Russo y Ronald Araújo, titulares. En la previa, se homenajeó a Samuel Eto'o, de paso por ambos clubes.
Es el delantero neerlandés un futbolista marcado por las circunstancias en las que llegó al Barça. Fichaje de última hora, cuando el mercado ya había cerrado y se esperaba a concretar si se podía inscribir después de dar salida el club azulgrana a Antoine Griezmann. Apadrinado por Ronald Koeman y muy alejado de la filosofía futbolística que se le supone a este equipo, no fueron demasiados los que apoyaron su llegada. Y menos aún quienes lo han seguido defendiendo con el paso de los meses.
No es un secreto que Luuk de Jong juega por necesidad y no por confianza del entrenador en él. Sin Braithwaite, sin Ansu Fati, sin Dembélé, sin Agüero... No hay mucho más donde rebuscar en el vestuario más allá de los jóvenes del filial y, por si fuera poco, Xavi se ve condicionado a una normativa según la cual siempre deben coincidir siete jugadores con ficha del primer equipo en el terreno de juego.
Nadie puede apostar qué pasará con De Jong en el futuro inmediato, pero este domingo la victoria en Mallorca llevó su firma y la rúbrica final de Ter Stegen, quien reivindicó con rabia una figura muy puesta en entredicho esta temporada a través de una parada monumental.