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Solsona: "Para un periquito ganar al Barça es lo más"

El Barcelona es el amplio favorito en el derbi, aunque el equipo de Xavi aún genera algunas dudas. Getty Images

Daniel Solsona, 280 partidos con el Espanyol entre 1970 y 1978, es uno de los mayores símbolos del universo periquito ante la grandeza del Barcelona. Duodécimo futbolista en la lista con más partidos de blanquiazul, su figura sigue siendo incuestionable en el club, donde se le recuerda como un centrocampista de menuda figura y soberbia calidad, que estuvo a un paso de protagonizar en 1978 un traspaso histórico al Barça, frustrado por entonces presidente, y que proclama, sin aspavientos pero un convencimiento absoluto, que su amor por el Espanyol, de cuna, no se lo cuestionó ni en aquel momento que tan cerca estuvo del Camp Nou.

De cara al derbi del domingo sueña con "dar la campanada" reconociendo que el Barça "es el gran favorito del partido" y añora tiempos pasados, cuando el derbi "era un partido máximo y la diferencia entre los dos equipos no era tan enorme como hoy en día".

Para un periquito... ¿Ganar al Barcelona es lo más?

Desde luego... Además de quedar lo mejor posible en la clasificación, ganar al Barça es lo mejor de la temporada, no vamos a engañarnos. Siempre he dicho que el rival del Espanyol es el Barça y por eso es un partido diferente. Yo sé, todos lo sabemos, que el rival del Barça no es el Espanyol, es el Madrid, pero para nosotros ganar al Barça y hacer una buena temporada es lo mejor.

Siempre el Barça en la mirada. ¿Una obsesión?

No hombre, obsesión, no. Lo que pasa es que yo nací periquito, crecí periquito jugando en el Espanyol contra el Barça y ya ibas entendiendo qué significa y luego lo haces con el primer equipo, que es lo máximo. Yo nunca esconderé que mi rival es el Barça, que ganarle es una felicidad especial.

Y que pierda el Barça, ¿también?

Es distinto. O lo veo distinto. No soy anti nada, siempre fui y soy deportista y mi ilusión era ganarles nuestros partidos.

Y eso que estuvo a una firma de fichar por el Barça... ¿Le fastidió que no le traspasara el Espanyol?

A ver, yo ya estaba de acuerdo con el Barça, era un paso adelante y me quedaba en Barcelona. No me sentía un traidor al Espanyol por ese traspaso... Pero el presidente Meler se negó en redondo incluso cuando Gaspart, el vicepresidente del Barça, le puso un cheque en blanco sobre la mesa. Dijo que aquello provocaría una guerra civil en Sarrià y eso que el Barça llegó a proponer 'un año de prueba' para ver qué pasaba, algo que a mi me sonó a broma. Al final no se dio... Y poco después me vendieron al Valencia, que acababa de fichar a Bonhoff y tenía a Kempes. O sea, que lo que pudo fastidiarme por no ir al Barça lo olvidé en Valencia porque allí disfruté de cinco años fantásticos.

¿Los derbis de antes tenían otro sabor? ¿Era una rivalidad distinta?

Eran diferentes, sí. Hablamos de hace hasta cincuenta años y eran partidos digamos que más locales. No habían tantos extranjeros en el campo, el público era más local, había afición del Barça en Sarrià y del Espanyol en el Camp Nou y siendo el Barça el equipo grande de la ciudad, no vamos a engañarnos, la diferencia entre los dos equipos no era la de hoy. Había más igualdad.

Usted, precisamente, debutó contra el Barça...

Una eliminatoria de Copa, sí. En mayo de 1970, tenía 18 años y fui el primer jugador llegado al primer equipo desde infantiles. Fue en Sarrià y jugué los últimos 20 minutos, que ganamos 2-1. Luego en la vuelta... perdimos 3-1 en el Camp Nou en el que fue mi primer partido de titular.

¿Mantiene algún recuerdo de aquello?

Llevaba toda la vida yendo a Sarrià, con mi padre, y de pronto me vi jugando en mi estadio... Para un canterano no hay una sensación que pueda igualar ese momento. Incluso hoy en día. No has hecho nada aún en el fútbol pero sientes que estás en el cielo. Y también recuerdo el partido de vuelta... Buff, subir aquellas escaleras que daban al césped, levantar la mirada y mirar aquel campo tan grande. Y ver enfente a Eladio, Gallego, Torres... Aquello imponía mucho.

No ganó demasiados derbis... pero los hubo sonados

Bueno, imposible olvidar el 5-2 de 1974. Ellos acababan de ser campeones de Liga y les dimos un buen repaso en Sarrià, entre Manolín Cuesta, Amiano y Marañón. Recuerdo que a Cruyff nunca se le dio bien nuestro campo y aquella goleada les fastidió mucho aunque después en la segunda vuelta nos lo devolvieron con un 4-1. Lo bueno es que al año siguiente volvieron con ánimo de revancha, nos habían metido 5-0 en el Camp Nou y llegaron convencidos de ganarnos... Y les metimos 3-0. Marqué un gol entrando con la pelota en la portería...

¿Imaginar un 3-0 este domingo suena a utopía?

A ver, así de memoria diría que el Espanyol solo ha ganado un derbi de los últimos 25 y fue de Copa, que nos eliminaron hace tres o cuatro años. Y en el campo nuevo nunca les hemos ganado en la Liga. También hay que ver que la dinámica de los dos equipos está en dirección contraria porque ellos parece que después de su gran partido contra el Atlético van arriba y a nosotros nos ha entrado la pájara. Las diferencias entre los dos son las que son, pero no vamos a descartar nada porque tampoco sería la primera vez.

¿Comparte que el Barça ha mejorado con Xavi de manera sustancial?

Es pronto para saberlo pero sí es verdad que contra el Atlético, ya con los fichajes y después de dos semanas de descanso que ya pudieron entrenar, se vio un Barça muy superior al principio de temporada. Lo que pasa es que ya sabemos como es el fútbol, se pasa del todo a la nada y viceversa por un par de resultados pero está claro que ahora mismo el Barça está en mejor dinámica que el Espanyol.

Quizá por eso, ¿dar el golpe en este momento sería especial?

Claro... Decía aquello de que no sería la primera vez porque recuerdo cuando fuimos al Camp Nou, en la mejor época de Guardiola entrenando al Barça, siendo colistas y casi descendidos... y ganamos 1-2, la famosa noche de Iván de la Peña. Qué gran jugador era...

También dicen de usted que era muy bueno, mucho... y bastante 'chulito'. Seguro que algunos piques debió tener con algún jugador del Barça...

Puede ser, sí. Lo de bueno no lo digo yo, pero malo tampoco era. Llevaba el 8 y me gustaba jugar la pelota. Piques habían muchos, no te pienses que eso es de ahora. ¿Insultos? Pues claro y, bueno, siempre me acuerdo de Neeskens, que se tiraba al suelo como un desesperado. Yo llevaba el balón y se venía a por mi, le levantaba la pelota y pasaba de largo... Y otra vez a empezar. Hasta que le dije 'chaval no hace falta que te tires así que te harás daño y la pelota siempre la tengo yo'.

Había una dureza que hoy no existe...

Vaya, seguro. Ojo, que no me refería a Neeskens como duro, era su forma de jugar, la dureza era de los defensas. Lo piensas hoy en día y aún tiemblas. Ahora hay 50 cámaras, el VAR... Todo es distinto pero en aquellos años los defensas marcaban la línea de una manera que ahora ni se puede imaginar. El Atlético tenía a Heredia o Panadero Díaz, en el Barça estaban Gallego o Eladio, el Madrid tenía a Benito, nosotros a De Felipe primero y Ortiz Aquino después... Jugar contra el Granada de Falito o Aguirre Suárez era, y más en su campo, una tortura...

Un jugador como Messi, ¿habría sido lo mismo en esa época y ante esas defensas? ¿Y un crack de los 70 lo sería hoy?

No lo podemos saber, pero sí sabemos que si Leo se ha mantenido por más de quince años al primer nivel sin lesiones de consideración es también porque además de muy bueno es muy inteligente. En cuanto a esas preguntas que tanto se hacen de qué sería un jugador de hace 50 años hoy en día... Pues no se puede decir tan alegremente. La preparación física no tiene nada que ver, pero nada! Pero si coges al mejor Pelé o al mejor Cruyff y los trasladas al presente, con la preparación física actual... Desde luego que marcarían diferencias. De la misma manera que el Messi de hoy en día lo llevas a los años 70, con aquella preparación, y estoy seguro que se las habría apañado de sobras para ser un fuera de serie.

¿Qué le faltó históricamente al Espanyol para ser un equipo grande?

Tienes al lado a un gigante como es el Barça, pero para mí hay un hecho importante: hay que creérselo y en el Espanyol eso no ocurre. No hablo de ahora ya, cuando las distancias son las que son y la realidad de los dos clubs no tiene nada que ver. Piensa que con un fichaje del Barça el Espanyol podría hacer una plantilla entera... Pero hubo momentos en que se pudo dar ese paso y no se consiguió.

Aquel año que pelearon por la Liga, en 1973, con usted en el campo, o la temporada que con Clemente de entrenador llegaron a la final de la UEFA, por ejemplo...

Sí. A seis jornadas del final nos pusimos líderes, ganando 3-0 en casa al Oviedo y gracias a que al Barça le metió un 4-0 impensable el Castellón. Pero a partir de ahí todo se torció. No sé si nos entró vértigo o qué, pero empatamos dos partidos de los tres siguientes y aunque ganamos al Madrid, luego perdimos en Bilbao y ya se nos escapó la posibilidad. Creo que ha sido el momento en que más cerca estuvo el club de ganar una Liga. Después aquella UEFA con el Leverkusen en 1988 fue un golpe durísimo porque lo teníamos todo de cara y la última de 2007, cuando nos ganó el Sevilla en Glasgow. Fueron momentos en que creció mucho el ánimo, el campo se llenaba... Y faltó la guinda.