<
>

Messi va por su título 35 con el Barcelona, que podría ser el del adiós

BARCELONA -- La Copa del Rey fue un torneo menor en las prioridades del Barcelona no hace demasiados años; un relleno para completar palmarés en el que se repetían las Ligas y la Champions ocupaba todo, absolutamente todo el escenario. Algunos llegaron a referirse a la Copa como un 'chupito', una suerte de desprecio al que nadie, claro, quiere referirse ahora en el Camp Nou.

El Barça no disputa este miércoles ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán un partido cualquiera. Reconoció abiertamente Ronald Koeman que la Copa es el "camino más corto" para ganar un título, un título con el que sacar brillo a una temporada difícil y con el que acabar esa travesía del desierto que comenzó desde que se ganase la última Liga en mayo de 2019.

Con la lucha por la Liga convertido en un desafío poco menos que imposible y entendiéndose el sueño de la Champions muy complicado, conquistar ese trofeo tan menor en otros tiempos se aventura una tabla de salvación.

Salvación o consuelo... Puede interpretarse como se prefiera, y, quien sabe, la forma de despedir más dignamente al mejor futbolista de su historia si como muchos vaticinan, por más que él mantenga un silencio sepulcral, decide abandonar el club al acabar el curso.

Lionel Messi debutó en el primer equipo del Barça en la temporada 2004-05 y no pudo tener un mejor estreno, con la conquista de la primera Liga de Frank Rijkaard. A partir de ahí el crack argentino, rompiendo casi todos los records a todos los niveles, ha sumado hasta 34 trofeos como azulgrana y este 35 podría ser el de su despedida. Y evitaría una tercera temporada, después de pasada y la 2007-08, cerrada sin ningún título que celebrar.

Campeón en 2009, 2012, 2015, 2016, 2017 y 2018, el argentino suma seis entorchados de Copa y conquistar esta de 2021 le igualaría con los legendarios José María Belauste y Piru Gainza (ambos de Athletic de Bilbao) como máximo vencedor del campeonato con siete títulos, otra razón especial para que Messi contemple la Copa, en la que ya es el azulgrana con más partidos, habiendo llegado a los 75 para dejar atrás a otra leyenda del club: Pepe Samitier.

Koeman quiso reservar a algunos jugadores trascendentales, al menos de entrada, el último fin de semana pensando en la dureza que se contempla en esta eliminatoria frente un Sevilla al que derrotó en dos finales y con el que mantiene un saldo positivo en sus enfrentamientos históricos... Pero que acude como un rival descomunal, habiendo ganado consecutivamente sus últimos siete partidos.

Más aún, si Lopetegui debe lamentar la baja por lesión de Lucas Ocampos, la plaga a la que se enfrenta el técnico del Barça es para temblar. Y es que más allá de las conocidas que padecen Piqué, Sergi Roberto, Coutinho y Ansu Fati, el domingo se únió la de Ronald Araújo... Y este martes se sumaron Sergiño Dest, Miralem Pjanic y Martin Braithwaite, todos ellos con percances musculares y que han dejado aún más debilitada a la plantilla de Koeman.

Acabada la Copa del partido único, la semifinal que abren este miércoles Sevilla y Barça será el primer asalto de la penúltima etapa azulgrana en su carrera por un título especial. Una suerte de consuelo con el que encarar el final de curso con el mejor ánimo y, quien sabe, despedir con honores de campeón a su gran capitán.