BARCELONA -- El Barcelona cierra este lunes el mercado de invierno sin hacer ninguna incorporación a su plantilla por primera vez en los últimos cuatro años, y con el único movimiento de última hora de enviar a Jean-Clair Todibo al Niza desde el Benfica, después de descartar el fichaje de Eric García, por el que pugnó tanto el presidente de la Gestora Carles Tusquets como el candidato a las elecciones Víctor Font y cuya negociación con el Manchester City no pudo llevarse a cabo por la negativa de Joan Laporta.
El fichaje del joven central catalán quedará de esta manera en manos del presidente que surja de las elecciones que se celebrarán el siete de marzo y que tendrá, tal como siempre defendieron Laporta y el otro candidato, Toni Freixa, la opción de incorporarle con la carta de libertad y a pesar de que desde la candidatura de Víctor Font se consideró este lunes un error estratégico no llevar a cabo la operación.
De esta manera, Ronald Koeman acabará la temporada con la misma plantilla que la comenzó, excepción hecha de Carles Aleñá, que se marchó cedido al Getafe a principios del mes de enero.
Tras haber negado la opción de salir que solicitó el portero brasileño Neto, el club trabajó hasta última hora en la cesión del también brasileño Matheus Fernandes, llegado en verano tras su cesión al Valladolid y que desde que comenzó la temporada apenas si jugó 17 minutos durante el partido de Champions que el Barça venció (0-4) al Dynamo Kiev.
Después de que el Barça ya intentase sin suerte su (https://espndeportes.espn.com/AdminMonitor/nota/_/id/7429654/matheus-fernandes-barcelona-koeman-salida) cesión en septiembre, durante las últimas semanas intensificó los contactos a la vista de que Koeman le comunicó que no iba a tener minutos en el primer equipo. El Barcelona recibió algunas propuestas desde Brasil, principalmente del Gremio, que el jugador rechazó, estando solo dispuesto a dejar el Camp Nou por una cesión a otro club español o, en último caso, aceptando acabar la temporada en el Barcelona B, opción que se descartó al no disponer el filial de fichas libres.
REBOTADO
De esta manera, la única operación concretada en el último día de mercado por el Barcelona fue el acuerdo con el Niza por la cesión de Todibo, cuya aventura en el Benfica se ha saldado con un soberano fracaso.
El central francés, de 21 años, apenas si ha jugado dos partidos con el Benfica, lastrado de entrada por una lesión y a partir de ahí por la nula confianza que Jorge Jesús, el entrenador del equipo, tuvo en él, hasta el punto que hace ya semanas se quiso devolver al Barcelona.
Koeman repitió el último sábado que Todibo no entraba en sus planes, algo que ya comunicó el club al futbolista hace tiempo y en los últimos días se aceleraron las conversaciones con el Niza, 13º clasificado en la Liga francesa y en el que jugará en calidad de cedido el central hasta final de temporada.
El acuerdo entre ambos clubs establece que el Niza se hará cargo de la parte proporcional de su ficha hasta final de temporada y que entonces tendrá una opción de compra, no obligatoria, de 8,5 millones de euros fijos que podrían ascender hasta los 15 con una serie de variables. El Barça, además, se reservaría en ese caso un 15 por ciento de lo que ingresase el club francés en un futuro traspaso del jugador.
A CERO, TRAS CUATRO AÑOS
Esta será la primera temporada desde la 2016-17 en que el Barcelona no incorporará a ningún jugador en el mercado de invierno. La alarmante crisis económica del club y el mando de una junta gestora sin capacidad de decidir sin el beneplácito de los candidatos a las elecciones han sido claves en este vacío.
La pasada temporada el club azulgrana incorporó, ya en febrero y aprovechando la baja de larga duración de Dembélé, a Martin Braithwaite, procedente del Leganés y por quien pagó 18 millones de euros. Jeison Murillo (1,2 millones) y Kevin-Prince (Boateng (1 millón) llegaron al Camp Nou en enero de 2019 en calidad de cedidos desde Valencia y Sassuolo, a la vez que Todibo (1 millón) era fichado al Toulouse seis meses antes de terminar su contrato.
El gran dispendio se produjo en enero de 2018, cuando de una tacada el Barça fichó al colombiano Yerry Mina, procedente del Palmeiras y por quien pagó 11,8 millones de euros, y a PhilippeCoutinho, procedente del Liverpool y por quien hizo un desembolso inicial de 120 millones de euros que con los variables ya pagados ha ascendido, de momento, hasta los 145 millones.
De todos los referidos solo Braithwaite y Coutinho permanecen hoy en el Camp Nou, aunque no es un secreto que el club azulgrana aceptaría de buen grado ofertas por ambos, demostración de su poco tino a la hora de entrar en un mercado del que, deportivamente hablando, no ha sacado ningún rendimiento.
Antes de ello, el Barça no había acudido al mercado de invierno desde enero de 2011, cuando bajo la dirección de Pep Guardiola pagó tres millones de euros al PSV Eindhoven por el fichaje del holandés Ibrahim Afellay, cuyo rendimiento de azulgrana fue igualmente un fiasco, derrumbado por las lesiones