Gianluigi Donnarumma se constituyó este jueves como el único motivo para que Italia no sea goleada por España en la segunda fecha de la Eurocopa 2024, ya que protagonizó cinco atajadas cruciales, fue la gran figura de su equipo y no fue vencido por ningún rival: los ibéricos abrieron en marcador por un gol en contra de Riccardo Calafiori.
La actuación de Donnarumma fue sublime. Una obra de arte solamente manchada por Calafiori. Porque sus defensores lo abandonaron en varias oportunidades y, frente a frente con el delantero rival, Gigio siempre respondió.
Un cabezazo a quemarropas de Pedri fue la primera intervención importante del portero de PSG, que sacó una mano salvadora para sacar la pelota por arriba del travesaño.
Luego llegó un violento disparo de Fabián Ruiz desde afuera del área, ante la mirada de los defensores, que le dieron tiempo y espacio. Una volada espectacular de Gigio sirvió para evitar lo que tenía destino de golazo.
Gracias a él, la Azzurra llegó al entretiempo empatando 0-0 pese al asedio al que la sometió España y a que no produjo nada en ataque.
El único que pudo batirlo este jueves a Donnarumma fue un compañero. Calafiori no pudo evitar que la pelota, que el arquero desvió tras un potente centro desde la izquierda, le rebotara en la rodilla y se introdujera en propia puerta.
En desventaja, y casi a desgano, Italia tuvo que animarse a atacar. Con ello, abrió espacios en el fondo y España no los pudo aprovechar porque Gigio mantuvo el nivel.
Minutos después del gol en contra, le sacó un disparo bárbaro a Álvaro Morata, para completar la faena ya sobre el final del encuentro, cuando quedó mano a mano con Ayoze Pérez y, con una mano abajo, ganó el duelo.
Donnarumma fue el único de la Azzurra que no mereció la derrota.