SAINT CYR-SUR-MER (FRANCIA) -- Recuperar el ánimo de Arda Turan para el partido contra España es el gran objetivo de la selección turca, que considera que sólo si su estrella asume su liderazgo podrá batir a la actual campeona europea.
El encuentro ante Croacia en el Parque de los Príncipes dejó dos preocupaciones. Por una parte, la derrota que obliga a la selección de Fatih Terim a puntuar frente a los españoles para no verse prácticamente eliminada. El otro el estado de Arda.
La influencia de Turan en Turquía supera el aspecto futbolístico. Protagonista de gran cantidad de campañas publicitarias, el jugador del Barcelona es, sobre todo, la imagen de su país en el extranjero.
Tras vivir una complicada temporada en su primer año en el Barcelona, en el que no pudo jugar hasta enero por la sanción que pesaba sobre el club catalán y luego no se adaptó al esquema de Luis Enrique Martínez.
Sin embargo, tanto la afición turca como el cuadro técnico confiaba en que, en Francia, cambiaría todo. En su ambiente, con su condición de estrella intacta, Arda volvería a ser el que deslumbró hace ocho años, cuando Turquía alcanzó las semifinales.
No ha sido así. No estuvo bien contra Croacia, prácticamente jugó andando y Turquía se resintió. Terim se quejó de que tanto él como Hakan Çalhanoglu, la otra figura del cuadro turco, no habían dado todo lo que podían y el propio Arda pidió "perdón al pueblo turco".
Preocupa su estado físico, pero sobre todo el mental. Por eso, Fatih Terim habló con él aparte el lunes, antes del entrenamiento a puerta cerrada que hizo el equipo, para hacerle ver que su concurso es fundamental.
Considera Terim que no sólo el conocimiento que Arda tiene del fútbol español es importante, sino que su motivación por enfrentarse a compañeros del Barcelona debe contagiarse al resto del equipo.
Con tres días por delante, con problemas en defensa por el estado físico de Mehmet Topal y Gokhan Gonul, la importancia de Arda como líder del equipo turco crece.