Esta vez fue el turno de Kylian Mbappé. Paris Saint Germain recibía en el Parque de los Príncipes a Lens, su escolta en seis puntos en la Ligue 1, pero la distancia en el campo de juego casi no se notó: hizo falta una expulsión y que se soltara el crack francés para resolver el partido por 3-1 a favor del dueño de casa.
Así como contra Niza fue Lionel Messi quien tuvo que quebrar el muro que impuso el rival, casi como si se turnaran, en esta ocasión, fue el francés el que le abrió los caminos a un PSG, que de nuevo, no la pasó bien en la retaguardia.
A diferencia del partido anterior, el líder de la Ligue 1 se encontró con un Lens dispuesto a jugar de igual a igual, moviéndose en bloque para superarlo siempre en número. Armaba dos líneas de cuatro en campo propio y trató de agrupar mucha gente por el centro del terreno rival, con Facundo Medina suelto, Seko Fofana abriéndose por las bandas y un atrevido e incansable Lois Openda como único punta. Así logró neutralizar al PSG en la parte inicial del partido. Mbappé y Messi casi no la tocaron. No les llegaba.
Pero el plan de Franck Haise se resquebrajó con el tremendo planchazo de Salis Abdul Samed sobre Achraf Hakimi, que buscaba salir del agobio en su propia área. Pisotón en la canilla innecesario, imprudente y roja directa.
Lens sintió el impacto, PSG, o más bien Mbappé olió sangre, salió a buscarlo y lo liquidó en un rato.
La figura de la Selección francesa decidió correrse hacia la izquierda, después de haber comenzado más centralizado pegado a Messi, por donde encontró recorrido para llegar más profundo. Primero se asoció con Vitinha para abrir la cuenta y convertirse en el máximo goleador de su club en la Ligue 1. Seis minutos después, el portugués hizo el 2-0 con un disparo potente desde afuera. Y lo liquidaron con una gran jugada colectiva, culminada con pared y asistencia de taco de Mbappé para que Messi haga el 3-0 parcial.
Fue una ráfaga. PSG nunca pasó por encima a Lens, que logró rearmarse y volver a emparejar el trámite. Con un gol de penal de Przemyslaw Frankowski logró acercarse en el marcador, pero la victoria de los parisinos nunca peligró.
El equipo de Christophe Galtier volvió a mostrarse vulnerable cuando eran XI vs. XI, pero con el hombre de más, la jerarquía de sus atacantes fue la que inclinó la balanza. Gigi Donarumma ya casi no tuvo que intervenir, pero tampoco tuvo mucho trabajo Brice Samba.
Mbappé le mostró el camino al triunfo y el equipo lo siguió. El premio de 9 puntos de ventaja en la cima parece demasiado.