La historia de Cristian Guerra, el jugador de Iztapa, llamado por Amarini Villatoro a la Selección
GUATEMALA -- Hace algunos años, Cristian Guerra le pidió permiso a su jefe para ir a jugar un partido de fútbol. La respuesta del señor fue la típica: ‘el fútbol no te dará de comer’. Hoy, el oriundo de Poptún, Petén, sonríe al recordar ese frustrante momento, era un juego trascendental, le darían mil quetzales (unos 130 USD) de premio si el equipo ganaba.
Este martes el celular no paraba de sonar. Eran mensajes de felicitación. Vio las redes sociales y encontró su nombre en la lista de convocados de la Selección Nacional de Guatemala. Lo primero que hizo fue llamar a sus padres. “Dios está obrando”, le dijeron los emocionados y orgullosos señores Guerra Hernández.
La historia del futbolista de Iztapa no es muy distinta a la de la mayoría de jóvenes en Guatemala. A los 15 años ya trabajaba y debía colaborar en el hogar con las cuentas mensuales. Laboraba en un taller de mecánica, un oficio que aprendió haciendo. “Empecé limpiando motos y ordenando las piezas”, recuerda.
🇬🇹⚽️ El mediocampista del Charleston Battery es la principal novedad en la convocatoria de la Selección Nacional: https://t.co/UcfcXGeIbP
— ESPN Guatemala (@ESPN_GT) October 27, 2020
Los loros
Le gustaba el fútbol y hacía todo lo posible por practicarlo. Fue inscrito en un equipo de Tercera División, el San Luis FC, pero el sueño terminó cuando el proyecto no siguió. Dejó el fútbol y siguió en el taller mecánico hasta que aparecieron ‘Los Loros’ de Poptún FC. Fue convocado y no dudó. Trabajaba de lunes a viernes en el taller y jugaba al fútbol los fines de semana. Ya tenía 19 años.
Un día lo llamaron de La Libertad, un municipio a unos 100 kilómetros de distancia. La oferta debía cubrir el salario del taller y lo que ganaba en ‘Los Loros’. Así fue.
En ese instante inició su carrera profesional, en La Libertad FC ya se dedicaba solo a jugar fútbol. El popular ‘Kisho’ mostró buenas condiciones desde siempre, se desempeña como volante de contención. Logró el ascenso a Segunda División y su vida cambió por completo cuando el exfutbolista Ludwin Villeda, en ese momento técnico de La Libertad lo recomendó al entrenador Alberto Salguero, quien era el estratega de Iztapa.
Peces Vela
De la Segunda División a la Liga Nacional en un abrir y cerrar de ojos. “Fue una sorpresa, no lo podía creer. Uno piensa en pasar a Primera División y luego llegar a Liga Nacional, no dar el salto de una vez”. Confiesa que el inicio con los Peces Vela no fue nada fácil. Le costó tener regularidad. Extrañaba su casa, las costumbres y lo más importante: su familia.
Pero, con la llegada del técnico argentino Ramiro Cepeda todo cambió. El sudamericano le dio la confianza, empezó a jugar y ahora es seleccionado nacional. En año y medio en Iztapa suma 35 apariciones. “Ramiro me dio la confianza, me enseñó las cositas que me hacían falta, empecé a sentirme más seguro y a soltarme más”.
Guerra tiene 25 años y ha recibido su primera convocatoria a la Selección Nacional, es para un microciclo, una oportunidad de mostrarse, de seguir creciendo, de cumplir sueños. “No sé cuánto tiempo vaya a estar en el fútbol, pero quiero aprovecharlo. No ha sido nada sencillo, solo uno sabe lo que se sufre”.
Promete trabajo y esfuerzo para durar mucho tiempo en el fútbol y al colgar los botines poner su propio taller mecánico en Poptún. El fútbol le está dando para comer y para mucho más.