Hay momentos que marcan a los equipos y a los jugadores. Que dejan huella. Y el que vivió el Manchester City de la mano de Sergio Agüero, con su gol agónico e inolvidable del 13 de mayo de 2012 para el título en la Premier League 2011/12, es uno de ellos. Un momento único, para el recuerdo, que marcó al Kun como lo que es hoy: uno de los grandes ídolos de la historia de los Ciudadanos.
“Fue todo muy rápido. Yo tenía 23 años cuando ganamos esa Premier. La caravana, todo el festejo. Fue muy divertido, muy lindo, pero no era consciente de que había hecho un gol tan importante para el City”, confiesa el propio delantero en "Kun por Agüero", la serie que se estrenó este 7 de mayo en Disney+.
“Voy al vestuario, me quedo sentado y todos estaban festejando. Me abrazaban, me saludaban y me daban las gracias, pero siempre tuve en la cabeza que somos un equipo. Todo eso me terminaba de confundir. No sé cómo explicarlo. Es medio complicado cuando te halagan tanto, no es un deporte solitario, Me ponía en la cabeza de (Pablo) Zabaleta y (Edin) Dzeko, que también tienen que ver con esto por sus goles. Por cómo fui criado, festejé y todo, pero después otra vez a entrenar y pensar en volver a ganar”, recordó Agüero en su documental.
Un apasionante desenlace de la Premier League
El camino a la gloria no fue sencillo. Manchester City debió remontar una importante desventaja para llegar con chances al cierre del torneo. Por la fecha 32, los Ciudadanos cayeron por 1-0 en su visita a Arsenal con un gol de Mikel Arteta a pocos minutos del final. El que no se lo tomó nada bien fue el técnico Roberto Mancini. Así lo cuenta el Kun: "Entra re caliente al vestuario y dice: ‘Perdimos el campeonato’”. Su compañero Pablo Zabaleta amplió el panorama: "Entró y nos empezó a decir que éramos unos perdedores. Que si realmente queríamos ganar algo importante o ganar la Premier, con esta mentalidad no íbamos a ir a ningún lado".
El golpe de efecto llegó en la fecha 36, con la victoria por 1-0 como local en el derbi ante Manchester United, obra de Vincent Kompany, para igualar los 83 puntos del líder. “Era el partido clave y Maradona vino a verlo. Los derbis siempre fueron fundamentales para mí porque yo siempre pienso en la gente. Todo el mundo decía que el United nos iba a ganar”, dijo el por entonces yerno de Diego.
El final de la Premier League de la temporada 2011/2012 no podía ser mejor. Manchester City y Manchester United, su clásico rival, llegaban como líderes a la última fecha, pero el City tenía una importante diferencia de gol a su favor que lo dejaba con grandes chances de ser campeón luego de 44 años, nada menos.
Eso sí: debía ganarle al Queens Park Rangers de local. Una misión que en principio parecía sencilla. Del otro lado, el United estaba obligado a vencer al Sunderland.
Los nervios se apoderaron de la escena según Agüero: “Toda la temporada jugábamos al póker. Y la última noche, pregunté: ‘¿En qué habitación vamos a jugar?’”. Y nadie respondió el mensaje. Ahí empecé a notar que el clima estaba un poco tenso. La gente estaba muy ilusionada y queríamos ganarle al rival más poderoso de Inglaterra. La verdad es que yo estaba super nervioso. Era un desastre, quería hacer algo y no me salía. Veía que los compañeros lo mismo".
Manchester United ya ganaba su partido con un gol de Wayne Rooney. Y en el otro estadio, las cosas habían empezado a favor del City: Pablo Zabaleta puso el 1-0 que le daba tranquilidad a los dirigidos por Roberto Mancini y todo parecía encaminarse hacia el título tan esperado. “Adriana (mamá de Agüero), que es muy creyente, me regaló una cintita roja. Me dijo: ‘Si te la querés poner, adelante. Si no, no. Pero yo soy muy positiva’. Yo en mi vida nunca había usado nada. Y me la puse”, declaró el lateral argentino en "Kun por Agüero".
Pero las cosas comenzaron a complicarse. QPR se aprovechó de los nervios del rival y de algunas ventajas defensivas y con goles de Cissé y Mackie, ambos en 16 minutos, dio vuelta la historia. De esta manera, Manchester United era campeón, ya que ganaba por 1-0 su partido.
Se acercaba el final del encuentro, el City generaba y generaba situaciones de gol que de manera increíble no podía convertir y las caras en las tribunas del Etihad Stadium lo decían todo: llantos, tristeza, desazón...
“Estaba jugando un desastre, no me salía una. Me sentía incómodo en la cancha. En un momento miro el tiempo e iban 88 minutos y pensé que el partido estaba perdido”, rememoró el Kun. “Si había que sacar un jugador era Sergio. No había tocado una pelota. Mancini agotó los cambios y lo dejó en el campo”, recordó su padre Leonel Del Castillo.
Sin embargo, y por no bajar los brazos, a los 90 minutos de juego Edin Dzeko de cabeza puso el 2-2 que le daba esperanza al local. Quedaban un puñado de minutos de tiempo adicionado y con un gol, el City rompía la sequía de 44 años. La hazaña era posible.
Creció el optimismo de Agüero y todo City: “Agarro la pelota y empiezo a correr, pensando: ‘Una tengo que tener, una’. Yo me imaginaba: ‘¿Cómo voy a tener una si no voy a buscar la pelota?’”. Para Zabaleta, jugador del City entre 2008 y 2017, “el destino tenía que hacer que el último remate esté en los pies de Sergio”.
Y así fue. “Ya le había dicho a Mario (Balotelli) que trate de estar cerca para tratar de hacer alguna pared. ‘Damelá, damelá, damelá’. Y desde el piso, me da el pase. De reojo veo que hay un central cerca. Yo quería patear cruzado, eso es lo peor de todo. No llego a pegarle bien del todo, la agarro un poco al medio y por eso sale al primer palo”, describió el goleador que pasó a la eternidad para los hinchas de los Ciudadanos.
93 minutos y 20 segundos, el instante justo que será recordado por siempre. El agónico 3-2 valió un título porque casi enseguida se terminó el encuentro. “Ni Sergio debe tener noción del impacto que generó en los hinchas de Manchester City con la cantidad de años que esperaron algo así”, opinó su compañero Zabaleta.
Las caras en las tribunas cambiaron, se pasó de la tristeza infinita a la locura total por el triunfo y por el título. Y Agüero, esa tarde, se convirtió en héroe. Por ese motivo, entre otros, se ganó una estatua en la puerta del estadio.
El Kun jugó 10 años en el conjunto ciudadano, donde marcó 260 goles en 390 partidos, cifra que lo convierte en el futbolista con más goles en la historia del City.
Cuando se fue al Barcelona, antes del retiro por su problema cardíaco, el surgido en Independiente fue homenajeado por el club y la gente, y dejó una carta donde expresaba: "Cuando llegué aquí no esperaba que todo fuera tan bien, porque era el delantero reserva en el Atlético de Madrid. Pero todo fue genial, me encontré muy cómodo en el club y mis compañeros me ayudaron mucho. Ahora miro los números de todos estos años y pienso "wow". Al principio no me fijaba mucho, pero ahora estoy muy feliz por todo lo que he conseguido en el club y los goles que he marcado".
Con el City conquistó 5 títulos de la Premier League, 6 Copas de la Liga y una FA Cup.
Y, como si esto fuera poco, marcó el gol más importante de la historia del club.