Manchester United goleó por 4 a 1 a Chelsea este jueves en Old Trafford, en un partido pendiente de la trigésimo segunda fecha de la Premier League, y aseguró su clasificación para la próxima edición de la UEFA Champions League.
Con un juego directo y veloz y sin dominar la posesión del balón, los pupilos de Erik ten Hag aprovecharon casi todas sus situaciones de gol y los errores defensivos del conjunto de Frnak Lampard, que no levanta cabeza en el torneo, y se quedaron con el partido entre equipos del Big Six con un contundente marcador.
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Desde el comienzo la propuesta de los dos equipos quedó clara y rápidamente se reafirmó la tendencia de ambos en esta temporada.
Manchester United tomó la iniciativa y salió con velocidad y pocos toques, consiguiendo profundidad con pelotazos a espaldas de los defensores blues, mientras que Chelsea se quedó más replegado e intentó avanzar sumando pases, pero sin poder llegar hasta David De Gea.
La diferencia de velocidad entre uno y otro hizo que los Blues no retrocedieran bien y permitieran que los hombres de rojo pisen el área de Kepa con asiduidad. Así fue que Casemiro conectó de cabeza un centro para marcar el 1-0 a los ocho minutos de juego. Y volvió a suceder con el tiempo cumplido de la primera parte: un pelotazo del brasileño por encima de la defensa que llegó a Jadon Sancho, quien le cedió la definición a Anthony Martial para el segundo gol.
Con la primera ventaja en el marcador bajó un poco el ritmo del United, pero no los roles asumidos desde un inicio. Conor Gallagher, por el costado izquierdo de Chelsea, quien más se animó a buscar el arco. Sobre el final del primer tiempo tuvo la chance más clara, tras una gran habilitación de Enzo Fernández, que lo dejó mano a mano, pero su tiro cruzado se fue abierto.
Con Mykhailo Mudryk definiendo tras pase de Lewis Hall y generando una buena reacción de De Gea empezó la segunda etapa, que a los cinco minutos estuvo a punto de ver cómo la victoria del United pasaba a ser goleada: Christian Eriksen no pudo definir abajo del arco y le dio la posibilidad a Kepa de protagonizar una gran atajada, mientras que Casemiro estuvo a punto de poner el 3-0 desde afuera del área.
Y en un dinámico complemento que empezaba a contar con el protagonismo de los dos arqueros españoles, De Gea tuvo una gran doble salvada, manteniendo la valla invicta en Old Trafford. A pesar de los intentos del visitante, que seguía manejando el balón, los Red Devils volvieron a golpear: Bruno Fernandes hizo lo que quiso con Wesley Fofana, a quien le metió un hermoso caño, y recibió una falta en el borde del área.
El árbitro Stuart Attwell sancionó penal y el propio portugués se encargó de cambiarlo por gol, generando la bronca de Enzo Fernández por un festejo que el argentino, consideró, era un tanto provocador.
Y poco después, con los Blues regalados en defensa, Marcus Rashford, que reemplazó al lesionado Antony antes de la media hora, aprovechó un grosero error de Fofana, que le sirvió la pelota en posición de ataque a Bruno, y convirtió el 4-0. Con esta diana, el delantero inglés se convirtió en el primer jugador del Manchester United en marcar treinta goles en una temporada desde que Robin van Persie lo hiciera en la 2012/13.
Los últimos minutos, con el partido roto, dejaron dos chances clarísimas del ingresado Alejandro Garnacho, que -desvío mediante- le dio al travesaño y luego generó una buena intervención de Kepa, quedando a punto de marcar por segunda vez en las últimas dos semanas, y un golazo de Joao Felix, quien recibió en mitad de cancha y le puso cifras finales al cotejo con una gran definición.
Manchester United llegó a este encuentro cuatro en la Premier League, con 69 puntos, tres más que Liverpool, por lo que con un empate ya aseguraba su clasificación a la Champions y dejaba a su rival de toda la vida sin chances de acceder al máximo certamen continental. Con el triunfo, los de ten Hag subieron a la tercera posición, merced a 72 unidades, dos más que Newcastle.
Para Chelsea, por su parte, fue solo el penúltimo capítulo de una temporada para el olvido, en la que no logró ninguna plaza europea a pesar de la fuerte inversión que llevaron a cabo en los últimos mercados de pases.
El próximo domingo, en simultáneo, se disputarán los diez partidos de la última fecha de la Premier League, con un dos puestos de descenso (entre Everton, Leicester City y Leeds United) y uno de UEFA Conference League (entre Aston Villa, Tottenham y Brentford) en juego.