<
>

Liverpool arrancó dormido, pero un golazo de Luis Díaz lo despertó para darlo vuelta ante Bournemouth

Desconcertante, así fue el comienzo de Liverpool en su primer partido de la temporada en Anfield Road por la Premier League, pero un golazo de Luis Díaz lo despertó y antes del descanso pudo corregir el rumbo para derrotar por 3-1 al Bournemouth.

The Kop, que habrá esperado el reencuentro con su equipo con ansiedad, quedó boquiabierta: gol de Jaidon Anthony, tras el pase en profundidad de Marcos Senesi, al minuto. Fue anulado por offside. Pero dos minutos después, un increíble error de Alexander Arnold en la salida, le regaló la pelota a Dominic Solanke, quien habilitó a Antoine Semenyo, quien puso el 1-0. A los cinco, Alisson Becker salió a destiempo sobre un rival y se ganó la amarilla. Mucho en muy poco tiempo.

Desconcierto, dentro y fuera del campo de juego. Un Liverpool desconocido, errático, incómodo. Hay que darle algo de mérito en eso a la presión alta que ejerció Bournemouth, los de Klopp no parecían "el equipo de Klopp".

Le llevó varios minutos, más de la mitad del primer tiempo despertar, reacomodarse y tomar el control del partido. Fue Luis Díaz uno de los hombres que empujaron a los Reds a la recuperación. Con largo recorrido de la izquierda al centro. Por las bandas es que Liverpool encontró el camino al gol. Primero, para el empate del colombiano, quien recibió el pase de Diogo Jota al corazón del área, donde el Guarjiro levantó la pelota con la derecha y con una mediavuelta, le dio de volea para el 1-1. Y más tarde, también con un ataque desde el mismo sector, Joe Rothwell le cometió un penal "inocente" a Dominik Szoboszlai, que dejó el pie atrás y el defensó se lo trabó y lo hizo caer. Neto le atajó el tiro desde los doce pasos a Mohamed Salah, quien en el rebote no falló.

Liverpool pasó al frente y se puso al frente en el partido. Apareció ese equipo dominante que ya todos conocen. Ni siquiera la expusión de Alexis Mac Allister a los 57 minutos alteró la mejora sustancial de los Reds. El mediocampista argentino, que hasta ahí no había gravitado en el ataque, jugando muy retrasado, vio la roja directa por un planchazo sobre Ryan Christie. Es más, pocos minutos después llegó el tercer gol por medio de Diogo Jota.

Alisson apenas tuvo que intervenir dos veces en los más de 50 minutos de la segunda parte, porque Bournemouth casi no llegó con profundidad, aunque tampoco Liverpool generó demasiadas ocasiones de claras. Le alcanzó con su efectividad.

La temporada de la Premier League recién comienza, el conjunto de Klopp aún está acoplando a sus refuerzos y seguramente, se verá otra vez a un Liverpool protagonista en esta campaña en Inglaterra.

FICHA DEL PARTIDO

LOS MEJORES VIDEOS DEL PARTIDO