Durante los últimos días, los árbitros y el VAR han cometido una serie de errores que elevan el grado de queja de los entrenadores en Inglaterra
La Premier League no se libra de la polémica arbitral ni en navidades. Durante los últimos días, los árbitros de la competición inglesa, junto al VAR, han cometido una serie de errores que elevan el grado de queja de los entrenadores y ponen en entredicho el nivel de los colegiados en la mejor liga.
Pese a la introducción de la tecnología, la polémica no ha terminado en la liga más importante del mundo y hay jugadas imposibles de esclarecer incluso con ella. Fue el caso de lo ocurrido este jueves en el partido entre el Arsenal y el West Ham United en el Emirates Stadium, en el que los 'Hammers' se adelantaron con un gol imposible de discernir si fue legal o no.
Las cámaras no pudieron captar si el pase de Jarrod Bowen desde la línea de fondo había superado los límites del campo o no. No había una toma que lo determinara al 100 % y se dio validez al tanto, que acabó suponiendo el 0-1 de la derrota del Arsenal, que perdió la oportunidad de ponerse líder.
"Solo me han dicho que la imagen no era concluyente. Es una pena que con la tecnología que tenemos no podamos saber si está fuera. Ha pasado y no podemos hacer nada", dijo Mikel Arteta, que ya sufrió una situación similar hace dos meses cuando el Newcastle United les venció con un tanto parecido.
En aquel momento, el técnico español calificó de "desgracia" y "vergüenza" el arbitraje, pero no fue sancionado por la federación inglesa.
Los errores en los que ha estado involucrado el Arsenal estos días no acaban aquí y es que en el partido contra el Liverpool en Anfield, no se señaló un penalti por mano a Martin Odegaard muy polémico. El colegio de árbitros de la Premier League (PGMOL, por sus siglas en inglés) tuvo que emitir un comunicado y explicar que no se pitó el penalti porque el brazo de Odegaard se dirigía hacia su cuerpo y no hacia el balón.
Otro penalti con polémica fue el que se señaló al Manchester City contra el Everton. Amadou Onana paró un disparo de Nathan Aké con el brazo en alto. El árbitro, que se vio rodeado por varios jugadores del City -lo cual no está permitido y debe sancionarse-, dio la pena máxima y los 'Cityzens' completaron la remontada contra el Everton.
"Es una acción completamente natural. No pone el brazo en alto para parar la pelota, está saltando para blocar el balón. Que eso sea penalti es algo rarísimo en mi mundo, pero debo ser de otro planeta", dijo Sean Dyche tras el partido.
Para rematar, Ange Postecoglou, técnico del Tottenham Hotspur, se mostró muy crítico con el arbitraje en su partido contra el Brighton & Hove Albion, en el que se quejó de que Lewis Dunk debió ser expulsado por una peligrosa entrada sobre Dejan Kulusevski.
"Es increíble que el VAR lo haya visto todo a excepción de una entrada que podría haber acabado con uno de nuestros futbolistas lesionados", apuntó el entrenador del Tottenham.
Pese a llevar el VAR asentado ya varios años, está siendo la peor temporada posible para el arbitraje en Inglaterra. Desde el error en el Tottenham-Liverpool, en el que se anuló un gol legal de Luis Díaz por un error de comunicación en el VAR, hasta el castigo con el descenso de categoría temporal de Anthony Taylor por dar un penalti que no era al Newcastle United contra el Wolverhampton, pasando por la ley de la ventaja que Simon Hooper cortó en un contraataque de Jack Grealish en el empate a tres contra el Tottenham Hotspur y que le costó 120,000 libras al City por las quejas con el árbitro.