Liverpool visitó a Plymouth Argyle por la cuarta ronda de la FA Cup y sorpresivamente perdió 1-0 quedando fuera a manos del último equipo de la tabla de posiciones del Championship.
Con un calendario que aprieta cada vez más y en vísperas al clásico pendiente que tenía contra Everton, Slot decidió rotar masivamente el equipo y prácticamente no utilizó titulares en este juego.
Las únicas presencias 'estelares' de Liverpool fueron Luis Díaz, Elliott, Jota y Chiesa, mientras que mucho de los cracks ni siquiera fueron al banco.
Plymouth, que ya venía de dejar afuera a Brentford, desarrolló un partido perfecto y anuló a Liverpool en todas sus líneas, complejizando su sistema de juego y atacando cuando tuvo la oportunidad.
Liverpool estuvo perdido y lejos de demostrar nivel de puntero de Premier. Nunca pudo demostrar en cancha la gran diferencia de planteles y hasta sufrió por momentos.
La única diferencia del partido llegó en el amanecer del complemento, cuando una grosera mano de Harvey Elliott dentro del área abrió las puertas del gol de la locura en Home Park.
El equipo del EFL Championship pegó primero con un penal convertido por su delantero.
Ryan Hardie se hizo cargo de esta pesada pena máxima y no falló ante Kelleher: cruzó su disparo, engañó al arquero y adelantó a Plymouth en un partido que ya era histórico.
Después del 1-0, Slot comenzó a acumular gente en ofensiva pero sin claridad para lastimar al local. Ingresó Darwin Núñez y hasta desarmó la línea de 4, lo que no tuvo efecto en el desarrollo del compromiso.
El tiempo siguió pasando y Plymouth se defendió con todo lo que tenía, alejando a Liverpool de su área e intentando hacer pasar los minutos.
En el inicio del complemento, una grosera mano de Elliott dentro del área abrió las puertas al gol de Plymouth, que consiguió el 1-0 con un certero remate de Hardie que venció a Kelleher.
La última situación clara de los Reds fue con una impresionante atajada de Hazard ante Darwin Núñez, que voló y le sacó el gol dentro del área chica al uruguayo.
Liverpool se despidió muy rápido en la FA Cup, pero no tiene tiempo para lamentos: el próximo miércoles tendrá que enfrentar a Everton en el clásico con la misión de despegarse a 9 puntos de Arsenal, su perseguidor en esta intensa carrera por ser campeón de Premier.