¿Qué relación tendrán entre sí las transmisiones en streaming del ascenso español; tres trabajadores de estadística en Uruguay que no paran de mirar partidos de todo el mundo; un par de empresas de big data; un apostador; el ascenso inglés; el fútbol de Dinamarca; Joel Valencia un ecuatoriano de Quinidé de 25 años que pasó por el ascenso en España; Montenegro y Polonia; Ellery Balcombe que nació en una isla pequeñita de 389 km cuadrados como San Vicente y Las Granadinas hace 21 años; el argelino Saïd Benrahma que andaba deambulando por la segunda división de Francia; el granadino Shandon Baptiste formado en Oxford de League One; el ya veterano volante sudafricano Kamohelo Mokotjo, que de la selección sub 20 de su país se fue al ascenso de Holanda y luego al Feyenoord y Luka Racic un danés de origen montenegrino de 21 años formado en la academia Copenhague FC? Y aunque ya no estén, podríamos incluir por lo mucho que aportaron a Emiliano Marcondes, de familia brasileña pero formado futbolísticamente en Dinamarca o al rebelde francés de madre argentina Neal Maupay (que si bien jugó en selecciones francesas juveniles, aún podría optar por la celeste y blanca).
Y bien ¿ya lo descubrieron? Por supuesto que el fútbol. Pero se puede achicar bastante el campo visual y todo llevará al oeste de Londres, donde esta semana deben estar totalmente enloquecidos. Principalmente Matthew Benham.
¿Pero quién es y a quién puede importarle lo que pase con el bueno de Matthew? Pues a mucha gente porque el tiempo dirá si este inglés es un tipo con suerte o llegó para cambiar la forma de armar planteles en el fútbol mundial.
El camino que recorrió el dueño del Brentford, un equipo del oeste londinense que este martes en Wembley intentará coronar los locos sueños de Benham, no es el más ortodoxo. Una educación en la Universidad de Oxford, estudiando Física, parecía encaminarlo al mundo de las ciencias. Sin embargo, arrancó por las finanzas y llegó a ser vicepresidente del Bank of America a finales de los 90. Luego, en 2001 comenzó a involucrarse con las apuestas y a trabajar como comerciante para Premier Bet en 2001, propiedad de quien hoy es dueño del Brighton Hove & Albion, Tony Bloom. Y si bien parecían encaminarse hacia algo grande, una pelea de egos causó una separación.
Así, Benham armó su propia casa de apuestas, Smartodds, que ofrece servicios de consultoría en partidos y otros espectáculos deportivos. Puso a trabajar una colección de mentes brillantes para cruzar minuciosamente datos, estadísticas y evaluar algoritmos para establecer quién tenía más posibilidades de ganar. En 2011, también se convirtió en el propietario del sitio web de intercambio de apuestas Matchbook
Y como antes fue dinero, ahora Benham es, irónicamente, uno de los mayores clientes de su empresa porque utiliza esos datos para construir los planteles. Pero vayamos por partes. Se convirtió en el principal sponsor de Brentford y para 2012, cansado de invertir plata que se iba por la canaleta de las malas decisiones propias y del peso de los clubes más poderosos, en 2012 se hizo con las mayoría de las acciones de las abejas para poder administrarlo a gusto y placer, después de rescatarlos de un agujero financiero de 500 mil libras. Desde entonces, ha invertido casi 100 millones de libras en el club, creando desde academias e instalaciones hasta un nuevo estadio que estrenará la próxima temporada.
Tras dos años consiguió su primer ascenso de League One a Championship y apenas sucedió esto dejó en claro cuál iba a ser su enfoque despidió al ex gerente Mark Warburton, junto con su subgerente y director deportivo. Y contrató un grupo de profesionales daneses que venían trabajando con su segunda experiencia en Dinamarca. De hecho hoy su director de fútbol profesional y de scouting es Rasmus Ankersen (danés) y su entrenador desde 2016 es Thomas Frank, quien venía de trabajar en Brondby y en la selección sub 19 de Dinamarca.
LA CHICA DANESA
Fundado hace sólo 21 años, el 2 º de febrero de 1999, cuando Ikast SFS y Herning Fremad se fusionaron, FC Midtjylland ascendió a la Superliga danesa en 2000. Después de varias temporadas sin éxito, Midtjylland fue adquirido en 2014 por nuestro amigo Matthew Benham.
Cuando Benham se reunió con el gerente Glen Riddersholm en la víspera de la temporada 2014-15, el propietario le propuso un enfoque increíble para evaluar la temporada.
Se implementaría un sistema de objetivos esperados y puntos esperados por juego para evaluar el rendimiento, y cada día de partido, montones de analistas estarían presentes en el estadio, observando el partido en lugar de verlo como fanáticos casuales, registrando innumerables piezas de información. Porcentaje de tiros de esquinas, número de pases en distintas zona de la cancha y su efectividad, situaciones de gol, distancia de disparos promedio y así varios casilleros de planillas se fueron ocupando. Pero además, los analistas de Midtjylland evaluaron los niveles de condición física del equipo e idearon programas de entrenamiento individuales para maximizar el potencial de juego y la condición física natural de cada jugador. Y también funcionó.
Apenas un dato que saltó de esas planillas: Midtjylland promedió 6.7 tiros al arco por partido con un asombroso 80% de ellos encontrando el objetivo. Estaba claro que la optimización de recursos era obsesión. ¿Y adivinen qué? Dio resultado. Ganaron la liga con cuatro puntos de ventaja sobre Copenhague y se clasificaron para la Liga de Campeones por primera vez en su corta historia.
LIBRAS, DÓLARES Y GANANCIAS, ADEMÁS DE LA GLORIA
Bueno para las estadísticas y bueno para hacer dinero, el fútbol parecía el destino cantado para Matthew Benham. Una de las medidas radicales que tomó este hombre de negocios fue cerrar la participación del equipo en competencias juveniles, harto de que los clubes grandes le robaran jugadores por monedas.
Así orientó la búsqueda a talento joven que no terminara de explotar, tanto en territorio propio como en el resto del mundo. Por caso Neal Maupay que con 16 años y 32 días debutó en la Ligue 1 con el Niza y que cuando llegó a Brentford con 21 años venía de rebotar en Bélgica y en St.Etienne con fama de tener mal carácter. Costó 1,5 millón de euros, llegó a Londres, se acomodó muy rápido a la propuesta y un año y 25 goles después pasó al Brighton en casi 20 millones.
Tanto se acomodó al estilo y tanto le ayudaron los aportes de datos que uno de los estudios de una de las más grandes empresas de big data vinculada al fútbol (Besoccer) elaboró en 2018 un informe donde detallaba su producción y lo convertían al jugador más parecido a la figura del momento, Antoine Griezmann.
Algo similar ocurrió con Scott Hogan, un chico que venía de la ligas regionales y en su segunda temporada marcó 15 goles en 25 encuentros y en 2017 se fue al Aston Villa por 12 millones de libras.
Bueno ahora parece que es el turno de Ollie Watkins, que viene de jugar en el Exeter City de League Two, cuarta división de Inglaterra. Hizo 25 goles en la presente campaña del Brentford y ya lo buscan varios de Premier. Aunque a esa liga podría llegar este miércoles con sus compañeros.