James Rodríguez atravesó el invierno futbolero de la temporada y al final del camino encuentra la mano tendida de Carlo Ancelotti para volver a sentirse futbolista en Everton y en la Premier League.
El cuadro de Liverpool le da una bienvenida cargada de ilusión por el prestigio que representa su técnica, sus títulos y la confianza del entrenador que lo entiende como pocos. Sin embargo, el colombiano arrastra un pasado reciente que lo obliga a estar alerta para no perderse en la crueldad que a veces muestra el fútbol.
La Premier League le ofrece los retos más altos de su carrera. Llega a un equipo que busca salir de la mitad de la tabla para enfrentarse a la exigencia de Liverpool, Manchester City, Chelsea, Manchester United y Arsenal.
Un nivel de competencia que deja poco espacio para los cupos a los torneos de Europa. Con James, se atreve a soñar en grande. Su magnetismo está intacto pero a prueba en cada partido.
También hay poco tiempo para demostrar. El fútbol inglés es atractivo, pero también impaciente e implacable. Lo sufrió Falcao y lo disfrutó Juan Pablo Ángel.
La Selección Colombia también aplaude esta nueva aventura para el 10. La Eliminatoria está por comenzar y necesita de uno de sus referentes en su mejor forma. Todo depende de James. A sus 29 años lo sabe.