Ya desde antes de la confirmación de la llegada de James Rodríguez a Everton los hinchas toffees expresaron su confianza en un futbolista que había demostrado ser uno de los mejores del mundo en su puesto pero que venía de algunas temporadas decepcionantes. Después de dos partidos, esa confianza se convirtió en ilusión. Como pocas veces en los últimos tiempos.
La mitad azul de la ciudad de Liverpool está acostumbrada a las frustraciones. Dada la grandeza histórica del club, siempre esperan pelear por el título en la Premier League o, por lo menos, por la clasificación a Europa. Sin embargo, la realidad los golpea y los envía a la mitad de la tabla, un sitio acostumbrado e indeseado. Es que están lejos de los poderosos que tienen la capacidad de fichar a los mejores del mundo. Sin embargo, esta vez las circunstancias hicieron que uno de esos cracks reservados al big six terminó en Goodison Park.
Así ven a James los hinchas de su club. Para ellos, es un jugador de clase mundial, como hay pocos en la Premier League. Una broma leída en redes sociales lo resumen. Un fanático de Everton se encuentra con uno de otro club. Entonces, el primero le dice: "no puedo creer que un fenómeno como James juega para nosotros", a lo que el otro responde: "es cierto, es algo increíble". El evertoniano cierra: "¿por qué increíble? Somos Everton".
Es fácil ilusionar a un toffee. Lo han hecho una y otra vez al comienzo de cada temporada durante las últimas 34, las que lleva sin salir campeón. Pero lo que no es normal es tener sustento real para esas esperanzas. De la mano del cucuteño, el club logró dos victorias consecutivas en el inicio de la Premier, algo que solo había hecho dos veces en este siglo, y volvió a ganarle a uno de los seis grandes de visitante por primera vez desde 2012. Además, la última vez que había amanecido en la punta del campeonato fue en 2008.
Los resultados son muy buenos, sí. Pero también lo es el rendimiento del equipo. Y eso es lo más importante. Carlo Ancelotti es uno de los entrenadores más ganadores de todos los tiempos y, más allá de su perfil bajo, uno de los mejores de la actualidad. Él fue el responsable de que futbolistas del talento de Allan y James se sumaran al plantel. Y quizás de que lo haga alguno más antes del cierre del mercado de pases. Su presencia es una de las claves de este momento.
James es el salto de calidad, así lo ve la hinchada y cada persona cercana a Everton. El que le da el brillo definitivo a este buen comienzo. Tal como afirmó Ancelotti, no necesitó adaptación. Los buenos jugadores se acomodan rápido a compañeros y rivales. Con cada toque de balón, el colombiano ha justificado la confianza que le otorgaron en Liverpool.
En los dos partidos de Premier, James fue elegido como la figura de la cancha por los hinchas, incluso por sobre Allan, quien brilló contra Tottenham, y Dominic Calvert-Lewin, autor de un triplete frente a WBA. Los ojos de los fanáticos se quedaron con el andar elegante del número 19. Con su capacidad de pase, con su inteligencia. En definitiva, con su "clase mundial".