Kepa Arrizabalaga está acostumbrado a que las cosas sucedan rápidamente. A los 23 años, había tenido 53 apariciones en La Liga cuando Chelsea lo convirtió en el arquero más caro del mundo en el verano de 2018. El Athletic de Bilbao terminó con un modesto 16to lugar esa temporada. Kepa había jugado un partido internacional para España, un triunfo por 5-0 en un amistoso ante Costa Rica. A pesar de tener más potencial que auténtico pedigrí, los Blues le entregaron un contrato por siete años en una notable demostración de fe para un club famoso por sus caprichos.
Apenas dos años más tarde, Kepa está perdiendo la batalla para salvar su carrera en Chelsea, dado que el entrenador Frank Lampard tiene cada vez más dudas sobre si alguna vez será lo suficientemente fuerte como para convertirse en la primera línea de defensa en un equipo de campeonato de la Premier League.
Ante el inminente arribo de Edouard Mendy de Stade Rennes por £20 millones y la confianza depositada en Willy Caballero para las copas, ¿ya será demasiado tarde? Hay muy pocos ejemplos de arqueros que se recuperan de la posición en la que Kepa se encuentra ahora. Deberíamos sentir cierta empatía por él, dado que la dramática trayectoria de su carrera inmediatamente cargó expectativas sobre un jugador que aún no estaba plenamente maduro.
Kepa fue relegado dos veces en beneficio de Caballero hacia el final de la temporada pasada, pero la fe de Lampard para que recuperara el puesto nro. 1 no ha sido recompensada. No logró cubrir un remate bajo a distancia de Leandro Trossard en el primer partido, aunque Chelsea consiguió imponerse 3-1. Sin embargo, su lamentable intento de despeje cuando su equipo estaba reducido a 10 hombres le regaló a Sadio Mané el primer gol del 2-0 de Liverpool en Stamford Bridge el domingo.
Ahora parece significativo que el precio de Kepa no fuera el resultado de negociaciones entre dos clubes. Athletic trabó una cláusula de rescisión de €80m (£73.5m) en el contrato de Kepa para protegerse del interés de Real Madrid, apuntando a evitar que un joven talento nacido en la ciudad vasca de Ondarroa y desarrollado en la academia de Bilbao se fuera por una suma menor. Fue Chelsea que simplemente decidió ir al grano y pagar dicha suma, considerando que otros fichajes comparables lo hacían más palatable, en particular las £66.8m que Liverpool le pagó a Roma por Alisson, que rompieron el récord mundial de fichajes de arqueros que estaba en pie desde que Juventus le pagó £32.6m a Parma por Gianluigi Buffon en 2001. Sin embargo, Alisson es casi exactamente dos años mayor que Kepa, y tenía mucho más rodaje en su club y en su selección.
Antes de la llegada de Lampard, Chelsea a menudo había sido criticado por su visión cortoplacista, de modo que la voluntad de ofrecerle un contrato tan largo a un talento joven de cierta manera debería ser aplaudido. Pero ahora la preocupación interna es que la decisión haya sido equivocada. La pandemia de coronavirus ha deprimido algunos elementos del mercado de pases al punto que Chelsea tendría que asumir una enorme pérdida para despedir a Kepa ahora.
Y Kepa definitivamente no se ha ayudado a sí mismo. Una temporada de debut competente se vio socavada por una asombrosa demostración de indisciplina al negarse a salir cuando parecía estar lesionado en la final de la Copa de la Liga de Inglaterra contra Manchester City. Desde entonces ha asegurado que la discusión en Wembley fue un malentendido, y aunque la situación apuntó a un malestar mayor como parte del derrumbe del ejercicio de Maurizio Sarri, la actitud de Kepa fue cuestionada públicamente.
La temporada pasada, las críticas con respecto a su performance continuaron. Hay un sinfín de estadísticas disponibles para destacar la cuestión, pero quizá estas dos sean las más relevantes: Kepa ha concedido 19 goles afuera del arco desde que se sumó a Chelsea, más que cualquier otro en la Premier League, y su diferencial de goles esperados en contra es de 12.7. Eso significa que Kepa concedió cerca de 13 goles más que lo que se hubiese esperado razonablemente teniendo en cuenta los tiros que enfrentó. Este es, simplemente, un déficit insostenible para un equipo que ha invertido £220m en un intento de achicar la brecha con Liverpool y Manchester City.
Los problemas fuera de la cancha han hecho que todo empeore, sobre todo su proceso lento para aprender el idioma inglés y la separación de su pareja durante nueve años, Andrea Pérez.
El club está al tanto de la presión que puede traer aparejado el alto precio de Kepa. Fuentes le han dicho a ESPN que las cifras senior del club estaban definidas para conservar el salario final de Kai Havertz debajo de los £71.4m pagados por Kepa, algo que consiguieron con el eventual consentimiento de su ex club, Bayer Leverkusen.
Lampard reconoce que la situación es delicada y además se suma el desafío único de restaurar la confianza en los arqueros, una tarea que ya de por sí es complicada teniendo en cuenta la idiosincrasia del rol.
"Considero que es la posición mas difícil [para reconstruir la confianza de un jugador] debido a la naturaleza individual del rol y a que los errores que cometen por lo general son castigados con goles", Lampard le comentó a ESPN. "Eso no sucede necesariamente en otras posiciones. Se puede poner el foco en ese aspecto y comprendo eso. Como entrenador, también tengo que ser empático con ese aspecto.
"El año pasado, cambié el arco entre Kepa y Willy algunas veces. Cuando lo hago, es con una mentalidad diferente para ubicar a otros jugadores porque comprendo los diferentes elementos involucrados. Soy muy consciente de eso. Al mismo tiempo, siempre estamos trabajando duro para lograr la mejor performance posible y eso es lo que tenemos que seguir haciendo".
Los problemas defensivos de Chelsea no sólo son responsabilidad de Kepa. Han concedido más goles desde los corners que cualquier otro equipo en la Premier League la campaña pasada y tuvieron el peor record defensivo dentro del top 10. La llegada de Thiago Silva desde Paris Saint-Germain es un reconocimiento de que hay una ausencia de un liderazgo en el centro de la defensa. Pero Kepa es, en este momento, una distracción para un equipo que apunta a poder desafiar por el título en vez de ser un componente más trabajando en pos de alcanzar ese objetivo.
Quizá Kepa pueda inspirarse mirando la experiencia inicial de su compatriota y amigo, David de Gea, en Manchester United. De Gea se sumó a United desde Atlético Madrid en 2011 por £18.9m, en ese entonces una cifra record británica para un arquero. Él era más joven que Kepa, con apenas 20 años, pero hubo cuestiones similares con el idioma y el estado físico. De Gea pesaba apenas 71kg cuando llegó y entró en un programa que involucró cinco sesiones en el gimnasio por semana adicionales, comenzado una transformación que él mismo describió más tarde como convertirse en "Capitán América en un año".
El ex entrenador de arqueros de United, Eric Steele, explicó: "Había cuestiones de estilo de vida involucradas. Dormía dos o tres veces al día. Hacía la comida principal tarde en la noche. Comía muchos tacos. Hicimos que comenzara a consumir bebidas proteicas después de los entrenamientos. Lo obligamos a beberlas. Hizo mucho trabajo en el gimnasio. Él lo odió. En España no van tanto al gimnasio. Necesitábamos construir su fortaleza central".
Fuentes le han dicho a ESPN que hay algunos en Cobham que creen que Kepa podría estar haciendo micho más para mejorar su habilidad competitiva. También se entiende que hay preocupaciones técnicas, sobre todo que baja demasiado tarde ante los disparos y que podría simplificar la manera en la que se lanza hacia las pelotas.
Por lo general, los arqueros no tienen demasiado tiempo para poder rectificar sus errores. Si no te parece que sea así, pregúntale a Loris Karius, quien dejó Liverpool a préstamo camino a Besiktas en 2018 después de una serie de errores de alto perfil a los 25 años. Parece prematuro en algunos aspectos descartar un arquero relativamente joven, pero teniendo en cuenta todo lo que está en juego en Stamford Bridge, el reloj está marcando el tiempo de descuento para Kepa.