Everton venció 1-2 a Crystal Palace como visitante y se afianza en el liderato de la Premier League con nueve puntos. Al equipo le bastó con un buen primer tiempo para conseguir su tercer triunfo en línea. James fue clave con el balón y Yerry Mina una muralla.
La pelota al 19. Ese fue el mensaje que se replicó entre los futbolistas de Everton frente a un rocoso Crystal Palace. Y cuando James la tiene, pasan cosas buenas. El colombiano lideró la amplia posesión del visitante en el comienzo y entendió los tiempos que pedía el partido. Tocó en corto, en largo, siempre apareció como opción de descarga.
Empezó por la derecha y de nuevo aplicó movilidad por la mitad del campo. Se tiró por el medio, acompañó por la izquierda. Participó del primer gol con el inicio de una jugada colectiva con el lateral Séamus Coleman. Un pase veloz que el irlandés extendió al centro del área y Dominic Calvert-Lewin conectó con derecha para el 0-1.
Cuando jugó como media punta hizo daño. En busca de su perfil ideal de remate, generó una falta de James McArthur al borde del área. Salió a los 85 minutos por Iwobi.
En el segundo tiempo se ajustó a la reacción de Crystal Palace. Ante la presión, Everton defendió cerca de su área y allá apareció James para ayudar con la recuperación más atrás.
Yerry Mina fue impasable en defensa. Anuló a Zaha, lo anticipó con oficio y hasta trabó con la cabeza en un avance en el área del delantero africano. También evitó que Jordan Ayew le trajera problemas.
El calendario sigue con maratón para Everton con dos partidos en casa. El miércoles recibirá a West Ham por los octavos de final de la Copa de la Liga y el próximo sábado enfrentará al Brighton por la cuarta fecha del torneo local.