Cuando Virgil van Dijk salió cojeando del derby de Merseyside contra Everton el sábado, apenas cinco minutos después del inicio del partido que terminaría empatado a dos goles tras una impactante entrada del arquero Jordan Pickford, se cortó un increíble récord personal.
Entre un cambio forzado por lesión contra Southampton en Anfield en septiembre de 2018 y el incidente con Pickford, que dejó a Van Dijk con una lesión de ligamentos cruzados que podría dejarlo fuera del resto de la temporada 2020-21, el neerlandés de 29 años había jugado cada minuto de los 74 partidos de la Premier League disputados por el equipo de Jürgen Klopp.
Esta seguidilla equivale a 6665 minutos de constancia para Van Dijk hasta que Pickford lo frenó en seco, sin ser sancionado por los árbitros. En este lapso, Liverpool solamente perdió cinco partidos de Premier League. También ganó la Champions League, el Mundial de Clubes de la FIFA, y terminó la espera de 30 años del club por un título local al ganar la Premier League la temporada pasada.
Van Dijk ha sido un coloso en el corazón de la defensa durante este período, y es imposible exagerar su importancia en el equipo de Klopp. Pero, si alguien aún no está convencido de su peso para los campeones de la Premier League, los meses que vienen demostrarán la importancia que ha cobrado este jugador en Anfield. En términos sencillos, la pérdida de Van Dijk es una pesadilla para Klopp y Liverpool. Esto no tiene ningún aspecto positivo.
Desde que llegó a Anfield mediante un pase de £75 millones de Southampton en enero de 2018, que lo convirtió en el defensor más caro del mundo en aquel entonces, Van Dijk ha sido el sostén de la defensa del conjunto de Klopp. Liverpool era irregular y poco convincente antes de la llegada de Van Dijk, pero su presencia, su lectura del juego y su calma han sido transformadoras. Los resultados y los logros compilados desde entonces son testimonio de ello.
En la historia de la Premier League, puede que sólo el impacto de Eric Cantona en Manchester United, luego de su pase de Leeds a Old Trafford en noviembre de 1992, pueda compararse con el de Van Dijk en Liverpool. Ambos jugadores desembarcaron en sus respectivos clubes y fueron los catalizadores del éxito que empezaba a parecer esquivo. Sin embargo, cuando un jugador es tan importante para un equipo, su ausencia puede dejar un hueco que nadie más es capaz de llenar, y esa es la situación en la que se encuentra Liverpool en este momento sin Van Dijk -- y que ya podría haber puesto fin a sus esperanzas de defender el título.
United no pudo superar la pérdida de Cantona en la temporada 1994-95 cuando, luego de saltar a la tribuna con una patada voladora contra un hincha en Crystal Palace, fue suspendido por ocho meses. El francés se perdió los últimos cuatro meses de la temporada y los Blackburn Rovers superaron a United para llevarse el título.
En septiembre de la temporada 1997-98, Roy Keane sufrió una lesión de ligamentos cruzados contra Leeds United que lo dejó fuera del resto de la campaña, y, sin su capitán, United fue superado por Arsenal y los Gunners se llevaron el título al final de la temporada.
Los expertos de 'Fútbol Center' analizan la polémica decisión que selló la igualada en el Merseyside Derby.
Y la campaña pasada, la lesión de ligamentos cruzados sufrida por el defensor Aymeric Laporte de Manchester City a fines de agosto, que dejó fuera al internacional francés durante casi cinco meses, le costó al equipo de Pep Guardiola su mejor defensor y disparó una racha de mediocridad que lo dejó fuera de la carrera por el título antes de que realmente comenzara. City perdió cinco de 20 partidos de Premier League mientras Laporte no estuvo disponible, y estaba 16 puntos detrás de Liverpool cuando volvió a la acción. Ahora el desafío para Liverpool es asegurarse de que la pérdida de Van Dijk no encienda una chispa similar de resultados perjudiciales.
Existen fuertes paralelismos entre las situaciones de Laporte y Van Dijk porque la solución de City --usar un mediocampista clave para tapar el hueco en la defensa central-- probablemente sea la que Liverpool y Klopp decidan adoptar.
Cuando Laporte se lesionó, City ya había perdido a Vincent Kompany luego su transición a la dirección con Anderlecht al final de la temporada anterior. City no logró reemplazar a su confiable capitán y roca defensiva, y, ante la ausencia de Laporte, se quedó sin una dupla convincente atrás. Guardiola no confió en que John Stones y Nicolás Otamendi constituirían una sociedad confiable y al joven Eric García le faltaba rodaje, de modo que el DT de City pasó a Fernandinho de mediocampista defensivo a defensor central. Fernandinho le dio a City algo de seguridad y tranquilidad atrás, pero su ausencia en el mediocampo dejó allí un hueco que Guardiola no pudo llenar.
Sin Van Dijk, Liverpool solamente tiene dos centrales con rodaje, Joel Matip y Joe Gómez. Dejan Lovren, un suplente con experiencia la temporada pasada, no ha sido reemplazado desde que se fue a Zenit de San Petersburgo durante el verano. Así que Klopp probablemente recurrirá a Fabinho para que desempeñe el mismo rol que Fernandinho ocupó en City, ya que la sociedad de Gómez y Matip no tiene la autoridad que Van Dijk, o Fabinho, pueden ofrecer. El brasileño ya ha desempeñado ese rol esta temporada, con una excelente actuación como central contra Chelsea.
Pero Liverpool se verá perjudicado con la ausencia de Fabinho en el mediocampo, aunque quizá no tanto como el cambio de posición de Fernandinho lastimó a City. Klopp cuenta con jugadores de la talla de Jordan Henderson, Thiago Alcántara, James Milner y Georginio Wijnaldum, aunque ninguno de ellos tiene el dinamismo de Fabinho.
La temporada pasada, una queja recurrente de los hinchas de City fue que Liverpool tenía suerte con las lesiones, y que incluso ellos estarían en problemas sin su mejor defensor durante un largo período. Bueno, ahora la situación se ha invertido y Liverpool debe encontrar la manera de evitar correr la misma suerte que corrió City por la lesión de Laporte la temporada pasada.
Una importante lesión ha dado lugar a dos potenciales problemas para Liverpool. Simplemente debe encontrar la manera de resolverlos mejor que City hace 12 meses.