El Derby County confirmó el nombramiento de Wayne Rooney como nuevo entrenador del club, cargo que había asumido en noviembre de manera interina y sin dejar de defender al equipo dentro de la cancha. Este viernes el club inglés indicó que para ocupar el rol de entrenador de forma efectiva, el ex-Manchester United optó por dar por finalizada su ilustre carrera como jugador. En febrero del 2015, el uruguayo Diego Forlán se lamentaba que nunca pudo jugar junto al atacante inglés.
Forlán llegó a Manchester en enero del 2002 desde Independiente de Avellaneda y el 31 de agosto del 2004 fue transferido al Villarreal de España, ese mismo día se informaba que el United llegaba a un acuerdo con el Everton, a quien le pagaría 37,5 millones de euros por el punta nacido en Liverpool en 1985.
“Es una lástima no haber podido jugar juntos pero tomé la decisión correcta al marchar y gané la Bota de Oro de Europa en el Villarreal en una temporada que había empezado como cuarto delantero del United”, escribió el atacante uruguayo en una de sus columnas semanales que desarrollaba en el diario The National News.
El 20 de febrero del 2015, Forlán decidió contar su experiencia y lo que sucedía en ese entonces con Rooney en Manchester United para profundizar sobre todo lo que puede generar que un futbolista acepte ocupar una posición a la que no está habituado.
“Lo que quieren todos los futbolistas es jugar pero no todos disfrutan jugando en una posición que no es la suya, como ocurre con Wayne Rooney que actualmente ocupa la posición de centrocampista en el Manchester”, sostenía el uruguayo que remarcó que el aceptar jugar sobre la banda fue una de las grandes razones por la que su propia etapa en Inter de Milán (temporada 2011/2012) no fue la mejor.
Además, Forlán recordó: “(Rooney) es un excelente rematador, en el que me fijé por primera vez cuando jugué en el segundo equipo del United en Everton en 2003. Entonces Wayne solo tenía 16 años pero ya se rumoreaba que llegaría a ser un gran jugador, era fuerte y rápido con los pies. Con un estilo muy inglés también. Normalmente a los jóvenes talentos les falta algo pero Wayne lo tenía todo”.
Y agregó: “Después de ese encuentro nos estrechamos la mano; probablemente mi marcha del United en 2004 contribuyó a la llegada de Wayne a Old Trafford unas semanas más tarde. Desde entonces y a pesar de habernos enfrentado en el terreno de juego en varias ocasiones, nunca tuvimos la oportunidad de hablar realmente. Le expulsaron en un partido en Villarreal y, en lugar de Wayne, hablé con Gary Neville, después de que Uruguay derrotara a Inglaterra en Sao Paulo (por la Copa del Mundo de Brasil 2014)”.
Y Forlán concluía sobre la posibilidad de que Rooney jugara como enlace: “Rooney es un gran jugador, lo suficientemente bueno como para poder abarcar distintas funciones. El United también tiene a Robin van Persie y Falcao, y los tres no pueden ocupar las posiciones de ataque. Es mejor poner a Rooney fuera de su posición natural. Ello no deja de ser una decisión comprometedora puesto que el equipo pierde a un gran finalizador”.
Hoy en día no sólo el holandés Louis van Gaal, que dirigía al Manchester en aquella temporada 2014/2015, será quien deba elegir si le pide o no a su centro delantero que juegue en otra posición; Rooney, ya sin poder ayudar a su equipo con sus potentes definiciones, ahora deberá acertar en sus decisiones técnico tácticas para intentar tener como entrenador una carrera tan exitosa como la que tuvo como futbolista.