BARCELONA -- Fundado el 13 de diciembre de 1899 por los ingleses Alfred Edwards y Herbert Kilpin, el Milan, llamado originariamente Milan Foot-Ball & Cricket Club, solo admitía en sus filas a futbolistas de origen italiano o británico. La norma, no escrita, fue habitual y normalizada... Hasta que en 1908 estalló una suerte de guerra civil entre sus asociados, una parte de los cuales comenzó a exigir que el club se abriera a otras nacionalidades y que desembocó, en marzo, con una escisión.
Fue Giorgio Muggiani quien encabezó la revuelta de 44 socios del Milan para cambiar aquel orden establecido y, que tras ser derrotados por los contrarios a sus ideas, decidió abandonar el club y fundar una nueva sociedad.
Así nació, el nueve de marzo, el Internazionale. ‘El objetivo principal del nuevo club es facilitar el ejercicio del fútbol para los extranjeros que residen en Milán y difundir la pasión entre los jóvenes milaneses, a quienes se deben felicitar de manera especial y muy loable’ se estableció en el relato fundacional del nuevo club, que adoptó el nombre de Internacional.
Pero, ¿quién fue Giorgio Muggiani? Nacido en 1887 y heredero de una familia de clase alta en Milán, en 1900 fue enviado por su familia a estudiar a Suiza, donde descubrió el fútbol a través del Saint-Gallen, del que se hizo ferviente seguidor. Pintor, diseñador gráfico e ilustrador, a su regreso a Milán en 1906 se asoció inmediatamente al Milan, del que poco después fue nombrado secretario.
Su ascendente en el club, a pesar de su juventud, creció exponencialmente y sus desacuerdos con el presidente Giannino Camperio fueron en aumento hasta desembocar en el enfrentamiento a cuenta de los extranjeros. Él, que había estudiado en el extranjero, entendía inverosímil que un club que pretendía ser santo y seña en el norte de Italia, ya en franca rivalidad con la Juventus o el entonces poderoso Pro Vercelli, no admitiera extranjeros y sumando favorables a su causa creyó estar en poder de cambiar esa disposición... Hasta que una votación echó por tierra su idea y desembocó en su revuelta.
Atrevido y sin caer en el desaliento, Muggiani se rodeó de quienes coincidían en su propuesta, les citó en el reservado de un famoso restaurante de Milán y la noche del nueve de marzo dio vida al Milan Internacional Football Club, del que desaparecería el nombre de la ciudad inicialmente establecido para no llevar a confusión con su antiguo club y destacar su carácter abierto a todas las nacionalidades del que acababa de nacer.
Tan seguro estaba de su idea la noche de la fundación, que Muggiani, que no avisó de sus planes a nadie ajeno a la reunión, acudió al encuentro con todo su ideario ordenado. Diseñó el logotipo del escudo y eligió los colores del nuevo club: oponiéndose directamente al rojo (el diabolo) para alejarse lo máximo posible del Milan y tomando el que en esa época simbolizaba el contrario en los marcadores: el azul.
‘Esta maravillosa noche nos otorga los colores de nuestro escudo: negro y azul sobre un fondo dorado de estrellas. Se llamará Internacional, porque somos hermanos del mundo’, se proclamó en el nacimiento del nuevo club, que destacando su carácter abierto nombró como primer capitán al suizo Ernst Manktl.
Secretario del Internazionale que tuvo en Gioavanni Paramithiotti a su primer presidente, Giorgio Muggiani disfrutó muy pronto del primer gran éxito del club, campeón del Scudetto en 1910, convirtiéndose años después en un destacado árbitro, por lo que recibió varios honores, y alejándose del primer plano en el Inter con el paso del tiempo, aunque permaneciendo siempre como un personaje admirado y estimado por toda la hinchada.
Muggiani, destacado diseñador de carteles y gran publicista de la época a través de ilustraciones publicitarias de gran éxito, murió a los 51 años, el 30 de junio de 1938, de una enfermedad repentina mientras pasaba sus vacaciones en el Lago de Como junto a su familia, semanas después de que el Inter, rebautizado en 1928 como Associazione Sportiva Ambrosiana-Inter por orden de Benito Mussolini (nombre que mantuvo hasta 1945), conquistase el cuarto Scudetto de su historia.
Desde 2010 su nombre está inscrito en el espacio memorial de personas ilustres del Cementerio Municipal de Milán junto al fundador del Milan, Herbert Klipin, a quien se enfrentó en 1908 para crear el Inter y con quien comparte hoy ese honor.