El guardameta que llegó a Cruz Azul procedente de la MLS comparte con ESPN cuál es su otra pasión en el deporte
MÉXICO -- Cruz Azul contrató para este Clausura 2025 al portero Emmanuel Ochoa, proveniente de San Jose Earthquakes de la MLS. El portero de 19 años creció con el gusto por los deportes, incluso, con sus 1.91 metros de estatura destacó en el basquetbol, pero finalmente se decantó por ser guardameta, aunque cada que no está bajo los tres postes, cambia los guantes de atajar por los de boxeo, disciplina en la que tiene como ídolo a Saúl Álvarez, Floyd Mayweather Jr., pero sobre todo a Dmitry Bivol.
“A los 12 años empecé a jugar basquetbol. También me gustó mucho basquetbol, pero ya cuando llegué a una edad, decidí ya quedarme nomás puro futbol. También me gusta boxear, boxeo en los tiempos que nos dan descanso, también me gusta boxear, pero no, el futbol siempre me encantó”, reveló Emmanuel Ochoa en entrevista para ESPN.
“La verdad, siempre me ha encantado mirar mucho el boxing. No sé por qué, me gusta mirar el boxing. Y como digo, también he boxeado poquito, así cuando los dan descanso entreno allá en Salinas (California) con un boxeador profesional que se llama Rubén. Entrené con él un poco y la verdad, me gusta mucho”.
Emmanuel Ochoa, quien por ahora ha jugado para la Sub-23 de Cruz Azul, despeja su mente con el boxeo, deporte en el que tiene como ídolos a “’Canelo’, Mayweather y Bivol, pero creo que la verdad a mí me encanta mucho Bivol”.
Los inicios de Ochoa en el futbol
El primer contacto de Emmanuel Ochoa con el futbol se dio con su hermano mayor, quien está por convertirse en policía de los Estados Unidos. El mayor de los Ochoa jugaba de centrocampista y practicaba sus disparos de larga distancia con ‘Emi’ en la portería, quien terminó por enamorarse de la posición.
“Empezamos de muy chicos. Él era un medio central y le encantaba también el futbol. Yo no sabía mucho, pero él se iba a jugar y pues me llevaba y me tiraba tiros. Me decía, 'Emi', ponte en la portería y pues me puse ahí. Y la verdad, desde que me puse ahí, nunca me quise salir”, recuerda el portero con una sonrisa llena de nostalgia.
“La verdad, porque desde que era muy chico, la verdad, era bueno. Muchos equipos me buscaban en la portería porque era alto, rápido y me encantaba, la verdad. Y creo que, a un niño tan chico, está difícil encontrar un portero que le guste tanto y la verdad, desde cuando empecé, me encantó”.