MÉXICO -- William da Silva no cabe en sí de la emoción. Llegar a un equipo como el América le costó más trabajo del imaginado. Fueron dos años de una dura batalla en México, adonde llegó a Gallos gracias a la directiva, ante lo que el primer obstáculo que debía superar era ganarse la confianza de Ignacio Ambriz, quien en su momento le dijo que no lo había pedido para su plantilla.
El brasileño entendió las palabras y asumió el reto. Sabía que era la oportunidad de demostrar su valía y ganarse la confianza del entrenador. La prueba quedó tan superada que Ambriz, ahora estratega del América, lo pidió para tenerlo en la plantel.
"Trabajé con él (con Ambriz) en Querétaro y no fue tan fácil porque él mismo me dijo que no me había pedido, que había sido por la directiva y que me iba a dar la oportunidad de trabajar como todos los jugadores, pero que supiera que no era una contratación de él y que tenía a otros jugadores en mente, así me la puso y mientras estuvimos trabajando juntos, tuve la felicidad de ganarme su confianza al grado que hoy me está pidiend"”, recordó el futbolista en entrevista con ESPN Digital.
El mediocampista no oculta su motivación de llegar a las Águilas, un club donde sabe que se tiene que ganar un lugar y es una obligación ganar cada torneo que se dispute.
"Tengo muchas ganas de formar parte de ese grupo y ahorita que las cosas se dieron, estoy muy contento y mi familia también. Es lo que veníamos buscando en México, lograr algo así y ahora tenemos la oportunidad para sacar todo esto adelante", compartió.
A sus 29 años reconoce que "es uno de los retos más importantes de mi carrera" y que la misión será mostrar que está a la altura de un club como el azulcrema.
"Es un gran paso esto en mi carrera porque América en todo lo que está es para ganar y estoy muy contento, realizo un sueño y hay que echarle ganas para que este sueño se vuelva realidad lo antes posible y pueda sudar la camiseta de América como lo hice con Querétaro para hacer un gran trabajo", expuso.
La disputa por un lugar en la oncena de Ignacio Ambriz no será sencilla a sabiendas del plantel tan extenso que hay en Coapa. A William no le inquieta eso. Es un hombre de retos y ahora está por iniciar uno más.
"Se pone más bueno, mejor. Cuando tienes un plantel con los jugadores de esa calidad, jugará quien esté mejor y tengo que echarle muchas ganas para ganarme mi lugar. Trabajaré con mucha humildad y respetando a todos los jugadores", dijo.
William ya no viajó con Gallos a la Riviera Maya para la pretemporada y ahora apresura sus trámites de naturalización. "Tengo un hijo mexicano y estoy muy contento en este país. Será un gusto ser mexicano y esto no va a tardar mucho", destacó, al tiempo que prepara sus maletas con destino a la Ciudad de México y la confianza a tope.