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Cruz Azul y sus refuerzos infames

MÉXICO -- La Máquina de Cruz Azul ya trabaja de lleno para la siguiente temporada y en los planes del equipo no aparece Alejandro Faurlín, mediocampista argentino llegado al club en el verano pasado, pero con escasa participación en el torneo.

El nacido en Santa Fe hace 31 años sólo sumó 12 minutos de partido en el Apertura 2017 y ellos se dividieron en 11 en la Jornada 10 frente a los Gallos del Querétaro y uno más en contra de la Fiera del León. Su salida del club parece inminente.

Como Faurlín, un puñado de jugadores han llegado al cuadro celeste para marcharse con mayor pena que gloria, aunque en la mayoría de los casos, el adiós también les ha llevado al olvido. Justo eso ocurrió con Federico Carrizo.

El 'Pachi' venía de Boca Juniors para el Apertura 2015 y aunque se esperaban grandes cosas con su contratación, sólo acumuló 213 minutos, repartidos en cuatro partidos de Liga MX y posteriormente el regreso a su club de origen.

Uno de los casos más infames es el de Carlos Lizarazo, quien llegó lesionado a Cruz Azul para el Clausura 2015 y se despidió de la misma manera, sin sumar un sólo minuto de partido en la Primera División Mexicana y con la etiqueta de bodrio a cuestas.

En el Clausura 2009 el fiasco fue doble: primero llegó Roberto 'Búfalo' Ovelar y su participación fue sólo de 201 minutos en cinco partidos, tiempo suficiente para anotar un gol en el torneo de Liga, aunque el adiós también estaba escrito.

Ronald Raldes, defensor boliviano, llegó de emergencia al equipo para la recta final del mismo torneo, en el que se dio de baja a Marcelo Carrusca para abrir una nueva plaza de foráneo: el zaguero sudamericano sumó 120 minutos en par de juegos.

A todos ellos se suman otros tantos jugadores que fracasaron en busca del título y también de paso fugaz, aunque con un aporte medianamente mayor. Entre ellos: Diego Rivero, Javier Cámpora, Hernán Bernardello, Emilio Hernández y Walter Vílchez.