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Las anécdotas de Chelís: Mi agradable paso por el Veracruz

Después de mi paso por Chivas USA en el 2013, a principios de febrero del 2014, Fidel Kuri hijo se puso en contacto para que enderezara al equipo que había empezado el torneo mal. Era temporada que definía el descenso y la lucha era contra el Atlante, que sí había empezado el torneo muy bien.

Hay que resaltar que el equipo lo llevaba el hijo con su gente de confianza. El que al final tomaba las decisiones era Fidel Kuri papá, que también tenía su equipo de trabajo.

Me reuní con los dos en el domicilio del papá en Orizaba. En el trayecto hacia su casa pensé que estaban de acuerdo en mi llegada, cosa que no era así. En el desayuno, el hijo le decía de lo mucho que podía hacer para el equipo. El papá no estaba muy convencido por más respuestas que le daba y por más argumentos que le daba el hijo. Al ver esa situación, le sugerí que lo pensara, que yo me regresaba a Puebla y en caso afirmativo me llamara y con gusto aceptaba, pero ante sus dudas, lo mejor era que lo pensara. Después de tres horas de la entrevista y yo en mi casa en Puebla, me marcó y me dijo que a las 7 de la noche me presentaba ante el equipo.

Me llevé un cuerpo técnico de mi confianza total: Osvaldo Scanseti, Joaquín Velazquez, Isidro Sánchez Macip, Walter Fleitas y la cereza del pastel era Hernán Cristante, en su primera incursión en un cuerpo técnico. Yo venía de tres no muy buenas salidas con Tecos, Correcaminos y Chivas Usa y le tenía que dar credibilidad al proyecto de Veracruz. ¿Quién mejor que Hernán para darle ese toque? A mediados de la travesía, Joaquin, de frente y a la cara, me dijo que ya no continuaba porque no le gustaba mi manera de hacer las cosas. Con Hernán terminó el torneo, pero no con la mejor relación. Al día de hoy no lo volví a ver y sé que en alguna ocasión el Sr. Kuri papá le ofreció el equipo, lo cual el no estuvo de acuerdo dando un ejemplo de lealtad hacia mi persona.

"Muchos me preguntan por la relación con Reyna y en verdad les digo que nunca tuve un problema con él. Mi secreto es que lo traté como lo que es: un señor con 29 años, el cual había demostrado su calidad en otros equipos." José Luis Sánchez Solá

El equipo en general no lucía nada bien. Mucho rompimiento del grupo. Por un lado, el liderazgo de Ángel Reyna y por el otro, Llamas con alguno que otro extranjero.

Muchos me preguntan por la relación con Reyna y en verdad les digo que nunca tuve un problema con él. Mi secreto es que lo traté como lo que es: un señor con 29 años, el cual había demostrado su calidad en otros equipos. Él entendió su papel perfectamente y esto ayudó mucho para que se hiciera un solo grupo. Lo malo es que solo participó en seis de los 11 partidos ya que tuvo una lesión seria. Con todo y su lesión, que se trató en Italia, la temporada siguiente fue vendido a Chivas.

En los primeros cinco juegos, solo sacamos 4 puntos, pero el triunfo que obtuvimos sobre León en su casa, con gol de último minuto de Luis Sánchez, fue la diferencia al final de la competencia. En los siguiente cinco juegos, ganamos 7 puntos para terminar con 11 jugados y 11 puntos. Aparte del triunfo en Leon, fuimos al Azteca a jugar contra América y sacamos el empate a 0. En ese juego, por lo imponente del escenario, saque la frase de "Yo merezco estar aquí". El lugar del Veracruz era la Primera División y ese día, era la mejor oportunidad para que los jugadores lo hicieran válido. Después de ese empate, obtuvimos otros tres, ganamos a Pachuca del Profesor Enrique Meza en nuestra casa y solo perdimos en una ocasión. A falta de seis juegos, el Atlante empezó a tener problemas entre jugadores y con su directiva, gestionaron muy mal desde adentro su torneo y descendieron.

Durante esas semanas, en las cuales la afición nos apoyó mucho y tuvimos muy buenas entradas, era evidente la lucha de poder entre el papá y el hijo Kuri. A falta de cuatro partidos, el hijo se fue a Argentina en busca de los nuevos refuerzos, situación que aprovechó el papá para platicar casi todos los días de que no estaba de acuerdo en la gestión del hijo. Más allá de lo deportivo, entendí que era problemas familiares y que yo no podía intervenir ni aconsejar nada: si perjudicaba al equipo, pero no tenía armas para su solución.

Cuando llegue al equipo, me dijeron que el técnico al cual remplazaba se quedaría en el puesto de asesor en la institución. Era el Sr. Luna y no tuve ningún problema. Nunca se metió con mi trabajo y cuando teníamos algún convivió siempre fue invitado ocupando un lugar en la mesa. En este punto, solo reconocer su actuación la cual nada tuvo que ver con el equipo y en las futuras decisiones que se tomaron.

Al final del torneo, el Sr. Kuri papá, nos ofreció una comida en su casa de Orizaba para festejar la salvación. Desde ese día empezamos a definir lo que teníamos que hacer para la siguiente temporada. Yo me fui a España y un día antes de mi viaje, en Veracruz, comiendo el papá, su hijo y yo, se definieron los refuerzos y quién se quedaba en el plantel. Me fui a mi viaje sabiendo que me quedaría un año más.

Cuando regrese y a falta de una semana para arrancar la pretemporada, no me contestaba ninguno de los dos el teléfono. Se me hizo muy extraña esa actitud. Por fin en una cafetería sobre la carretera Puebla - México, me citó el papá y me dijo que estaba pensando en mí continuidad ya que no le parecían ciertas maneras de mi trabajo. Al otro día, el hijo me citó en otro restaurante de la ciudad de Puebla y sin más explicación me dio las gracias. Al final, el que me llevó, me despidió.

Dos años después, en otro equipo, me sucedió exactamente lo mismo.

Ese fue mi paso por el Veracruz, hoy desaparecido del mapa futbolero. Siento gran respeto por la familia Kuri, a la vista salta que no tomaron las mejores decisiones, se quedaron sin franquicia, con 1,000 problemas que resolver y con un gran dolor con la gran afición de Veracruz la cual, siempre me dio su respaldo y cariño.