Disputar encuentros en Estados Unidos es para muchos equipos un pretexto ideal para disfrutar de Disneylandia y para los Potros de Hierro del Atlante el acudir a ese lugar cuando tenían cotejos en territorio norteamericano se convirtió en una terapia que les ayudaba a conseguir buenos resultados a principios de la década de los años 90.
Luis Miguel Salvador, quien jugó con el conjunto azulgrana entre 1989 y 1996, aseveró que aquel plantel se caracterizó por la unión y ello les permitió tener buenos dividendos, como el campeonato en la temporada 1992-1993.
"Era un grupo que disfrutábamos lo que hacíamos, era muy unido, éramos amigos dentro y fuera del terreno de juego y cuando tiene esa armonía te facilita las cosas, disfrutábamos todos los entrenamientos, los viajes", declaró en entrevista con ESPN Digital.
El ahora directivo de los Venados de Yucatán indicó que José Antonio García, quien en aquel entonces era el presidente del Atlante, los complacía y se llevaba al equipo dos días antes del partido para que pudieran ir a Disneylandia.
"José Antonio García nos decía oigan va a haber un partido en Los Ángeles contra un equipo de El Salvador, no nos preocupaba si daban o no viáticos, era vivir la experiencia de jugar y lo disfrutábamos.
"Si había un juego el miércoles, nos íbamos desde el lunes, el martes nos íbamos a Disneylandia, el miércoles jugábamos y ganábamos. No se me olvida, en un partido en Los Ángeles contra un equipo de El Salvador, le íbamos ganando 5-1 y había la mitad de público mexicano y la mitad de salvadoreño y estos últimos empezaron a gritar Firpo, Firpo", indicó.
Esto último fue porque los seguidores centroamericanos quería que los Potros de Hierro del Atlante se midieran al equipo Luis Ángel Firpo, que en aquel entonces era el campeón del futbol de El Salvador.
"A los 15 o 20 días Toño hizo el partido y le ganamos al Firpo, pero era tal la comunicación que si íbamos a tener un partido en Estados Unidos en miércoles le pedíamos a José Antonio García irnos desde el lunes".
"Le decíamos oye Toño nos podemos ir desde el lunes en la mañana, para que el martes podamos ir a Disneylandia, buscábamos que los juegos fuera donde había parques de diversiones porque nos íbamos la mayoría a los juegos, lo que pensábamos era disfrutar el viaje", añadió.
Salvador dijo que así como recibían el apoyo de parte de la directiva para ir a Disneylandia, el plantel era consciente de que al día siguiente tenían que entregarse al máximo en busca de ganar el compromiso que se les avecinaba.
"Cualquier partido fuera de tu país era importante, si dejaba un beneficio económico al club qué bueno, te pagaban traslado, comida, hotel, todo eso y para nosotros era disfrutar, nos íbamos a comer juntos. El asistir a Disneylandia lo tomábamos como una terapia y diversión", expresó el ex delantero.
Se debe recordar que no sólo en este deporte Disneylandia es una opción para los jugadores, sino que en otras disciplinas también es un atractivo para asistir incluso para celebrar.
Uno de los eventos más recientes que se dieron en ese lugar fue la celebración de los Jefes de Kansas City, que acudieron a festejar luego de haber ganado el Super Bowl, con el protagonismo del mariscal de campo Patrick Mahomes.
Otros equipos como los Patriotas de Nueva Inglaterra también han estado en Disneylandia para festejar, luego que consiguieron el triunfo del Super Bowl XLIX al derrotar al los Halcones Marinos de Seattle.
Así, los encuentros en Estados Unidos son el pretexto ideal para que los deportistas tengan una oportunidad de esparcimiento y, como el Atlante, tomen como terapia acudir a Disneylandia previo a sus compromisos.