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Armando Archundia aprendió groserías en varios idiomas para evitar problemas

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El encuentro entre Archundia y Márquez en Abu Dabi (1:07)

El exjugador del Barcelona tuvo un detalle muy importante para el otrora silbante en el Mundial de Clubes. (1:07)

MÉXICO -- Armando Arcundia tuvo varios secretos a lo largo de su carrera como árbitro, mismos que eran parte de su trabajo y preparación, como lo fue aprenderse groserías antes a los partidos internacionales contra jugadores que no hablaran español, situación que le ayudó para que lo respetaran.

“No fui mucho de expulsar a jugadores, era muy preventivo y me anticipaba a muchas jugadas, eso es lo que me ayudaba. Creo que una de mis principales virtudes es que era previsor y sobre todo anticiparme a algo que podría suceder y ya lo que era inevitable, pues tenías que sacar la tarjeta roja. Aprendía palabras, sobre todo las malas palabras de otros países para que eso me ayudara, entonces si alguien llegaba a querer decir alguna, yo soltaba antes la palabra y se quedaban impactados al decir ‘este está preparado o este sabe lo que significa’, entonces eso me ayudó bastante”, externó el exárbitro a ESPN Digital.

“Por ejemplo, la palabra ‘pu..’ o ‘pende..’, pues en todos los países dicen lo mismo nada más que con otra terminología. Entonces, eso te lo aprendes y te aprendes así de diferentes países. Me tocaba pitarle a este equipo y yo ya sabía las palabras, entonces cuando se acercaban, tú la soltabas, sin dirigirte a nadie. Preguntaba las palabras más coloquiales me decían lo que significaba y también me decían que con esa palabra me iban a respetar y dicho y hecho, eso ayudaba. Entonces las protestas eran difíciles, porque ellos decían ‘ese sabe’”, reveló.

Aprender groserías en diferentes idiomas fue parte del éxito de Archundia a nivel internacional, donde llegó a pitar en diversos torneos entre ellos Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, sin embargo, en el futbol mexicano no podía aplicar dicho método.

“Primero era que tenía buena ubicación y buena lectura del partido, que eran mis secretos, pero yo me preparé y trabajaba para eso. Preguntaba en la mayoría de las ocasiones, sobre todo con equipos que difícilmente pitas en las Copas del Mundo o torneos internacionales, platicaba con árbitros de esos países a preguntarle qué jugador era problemático y es como en gran parte del mundo, hay jugador bueno, hay jugador fuerte y ya más o menos me daban tips y ya me anticipaba, trataba de estar cerca de la jugada, tenía buen diálogo, no era un árbitro autoritario, simplemente mi personalidad hacia que pudiera llegar con firmeza a tomar la decisión y el jugador sabía que estabas ahí ubicado y mejor no se arriesgaba a dar la patada o reclamarte”, indicó.