<
>

El Clásico de Clásicos

Tanto Chivas como América tienen la necesidad de respetar una mística. Las nuevas generaciones deben de saber que esto no es competir por competir. El futbol es ganar

El América aprovechaba las vacaciones de los niños para buscar talentos. Recuerdo que cuando yo fui habían al menos dos mil chavos y que ese día 'Panchito' Hernández me dio cuatro papelitos diferentes para cada una de las pruebas que se realizaban en la mañana y en la tarde.

Después de unos cuatro días de pruebas, 'Panchito' Hernández, nos dio la bienvenida en la calzada del Toro número 100 como la selección especial juvenil del América. Mi entrenador era Galo Balvanera y después lo fueron Paco Torres y el 'Picao' Arnauda.

Fue hasta 1971 que subí al primer plantel, con José Antonio Roca como entrenador. Recuerdo que los banquillos eran de troncos de madera, ese era mi lugar preferido y lo siguió siendo a pesar de subir al primer equipo, siempre me sentaba ahí con Enrique Borja a la derecha y El 'Campeón' Hernández a la izquierda. Todas las mañanas nuestro entrenamiento empezaba a las 11am, yo jugaba en la reserva profesional y ahí fue mi primer campeonato con las Águilas.

Me acuerdo del ‘Güero’ que estaba encargado de la utilería, siempre me correteaba cuando me saltaba por los refrescos de la máquina, cuando llegue como técnico aún estaba ahí. En ese equipo entre los titulares estaban 'Pajarito' Cortéz, Carlos Reynoso, Enrique Borja y el 'Campeón' Hernández. Pero yo fui campeón con el 'Picao' Arnauda, Alejandro Ojeda, Ordaz, Ramírez, Rafael Setién, entre otros.

Me acuerdo que en las inferiores del América vi por primera vez a jugadores extraordinarios y de tremenda calidad, todos elegidos por 'Panchito' Hernández. Xochimilco o Cualquier Estado de la República nos Jugaban a morir, nos jugaban con todo. Siempre terminamos ganando.

Ese fue mi primer equipo profesional como jugador, pero vamos ahora al otro lado de la moneda.

Recuerdo que un día llegué a las Chivas de Guadalajara como invitado auxiliar de Ricardo La Volpe, fue mi primer equipo profesional como segundo entrenador, entre los titulares estaban Javier Aguirre, Guillermo Mendizabal y Benjamin Galindo. Pasamos diez fechas, despidieron a Ricardo y yo fui con el presidente para pedirle que me retirara del primer equipo y que me diera un lugar en la escuela de futbol.

De ahí pasé por todas las divisiones inferiores de las Chivas, el 'Chuco' Ponce que era director de fuerzas básicas, me llevó con el equipo que entrenaba de 7 a 10 de la mañana y después tenía que ver al Tapatío y por supuesto al equipo de primera división. También tenía que supervisar con el señor Mario Arrona a todas las pruebas que se hacían cada mes para elegir a todos los jugadores que querían pertenecer al club. Recuerdo bien que venían de toda la república futbolistas con un altísimo nivel y calidad. Las divisiones inferiores de Chivas son muy fuertes.

Después llegué al primer equipo con Miguel Ángel López y Jesús Bracamontes, fueron 3 o 4 años en la institución de Chivas, la cual conozco a la perfección.

¿A dónde voy con esto? Conozco las entrañas del América, conozco su filosofía, su futbol, sus necesidades futbolísticamente hablando, teníamos que ganar y aparte teníamos que imponernos para aplastar al rival y no dejar duda de que las Águilas eran el mejor equipo.

Por el otro lado, conozco también las entrañas de las Chivas, sé que los mejores futbolistas de todo el país llegan a probarse a Guadalajara, los observadores son los mejores que vi en mi tiempo por esa sensibilidad de escoger una gama de jugadores, por eso digo que en este club está la 'gallina de los huevos de oro', siempre tienen futbolistas con altísimo nivel, calidad y técnica.

Esa es su sangre, esa es su esencia. Estamos hablando de las dos instituciones más representativas del país y este domingo se enfrentan en el Clásico de Clásicos.

No es romanticismo, respetamos los niveles de calidad de cada institución. Tanto Chivas como América tienen la necesidad de respetar una mística, el alma va en cada pelota, contacto, con lo más sublime. Es por eso y por todo ese amor y cariño que se ganaron en este país. Esto es una gran necesidad de futbol, una gran necesidad de saber que uno tiene que imponer su estilo, pero el otro también, que los dos tienen la necesidad de ganar.

Deben saber que al final de la cuadra, en el barrio, unos dirán: ¡Te gané! Pero entre las respuestas tendrán un 'Sí, pero yo te bailé'. Esto es una forma de vida, competidores obligados a dominar a su rival en cualquier parte del mundo. Esto es futbol, es conocer las entrañas de las dos mejores instituciones del país.

Las nuevas generaciones deben de saber que esto no es vivir por vivir, no es competir por competir. El futbol es ganar, es crear belleza.

Esto es, Desde la Cancha, para ESPN.