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Pumas enfrenta la sombría amenaza de una década perdida, sin títulos y sin apuesta a futuro

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Pumas busca su segundo triunfo en el torneo (1:12)

Ciro Procuna analiza lo que se puede esperar del partido entre Chivas y los universitarios. (1:12)

Pumas puede aferrarse a ser considerado un equipo grande, pero el manejo del club, institucional y deportivamente, lo tiene al borde de cumplir otra década sin ganar el título de Liga, lo cual puede cumplirse en el actual torneo Clausura Guard1anes 2021.

La visita de este domingo a las Chivas enfrenta a dos equipos con crisis de resultados, ya que ambos apenas han ganado un partido en el actual torneo, aunque en el caso de Pumas resulta muy contrastante al tratarse del subcampeón, que llegó a la final ante León apenas hace dos meses.

Las salidas de jugadores clave podrían ser la primera y más obvia explicación al bajo desempeño. Carlos González, Andrés Iniestra y Alejandro Mayorga formaban parte importante de la columna vertebral del subcampeón. Su salida ha pesado demasiado en un equipo que estuvo muy cerca de la gloria.

Pero no puede ser el único motivo. Pumas arrastra varios torneos llenos de irregularidad y la amenaza de los 10 años sin título puede aumentar si no hay un cambio radical, aunque tampoco hay mucho de dónde escoger.

Pumas intentó cubrir la salida de González con el fichaje del panameño Gabriel Torres, quien apenas ha jugado tres partidos y no ha podido estrenarse. Pero todo se complicó más cuando Juan Ignacio Dinenno, el referente en la delantera tras la salida de González, se lesionó, lo mismo que el juvenil Emanuel Montejano, quien aparecía como recurso para asumir la pesada responsabilidad de hacer goles.

Pumas entró en grave crisis cuando sumó la jornada pasada cinco partidos sin anotar, pero el punto más grave es que solamente han marcado tres goles en siete partidos.

LA HISTORIA
Pumas vivió un resurgimiento en 2009, todavía con el Tuca Ferretti como técnico, quien consiguió el título del Clausura 2009. Tras su salida a Tigres, Memo Vázquez retomó la base y consiguió el título más reciente, el del Clausura 2011, tras vencer en la Final al Morelia hace 10 años.

Evidentemente ha habido cambios radicales desde entonces. Pumas dejó ir a Ferretti, quien se convirtió en el técnico más exitoso precisamente en esa década. Con el Tuca, Tigres ganó cinco títulos de Liga entre 2010 y 2020.

La salida del Tuca no fue la única. Pumas comenzó a mantener una tendencia de vender jugadores clave.

Ismael Sosa, quien se había convertido en referente, dejó Pumas para irse a Tigres, y así los del Pedregal continuaron sin darle equilibrio a sus entradas y salidas, así como la promoción de nuevos talentos.

Así comenzaron los intentos por tener una nueva figura. Desfilaron varios jugadores sin entregar los resultados deseados, con escándalos como los de Martín Romagnoli y Emanuel Villa, que terminaron saliendo por la puerta de atrás.

Un buen intento fueron las contrataciones de Sosa y Daniel Ludueña, más el regreso de Dante López y Leandro Augusto. Con ellos Pumas consiguió llegar a la Final del Apertura 2015, pero no les alcanzó para vencer a Tigres, que después se llevaría a Sosa, uno de los pocos rescatables en el club azul y oro.

Y mientras Tigres se convirtió en el mejor de la década, los Pumas siguieron en busca de armar un buen equipo. Lo más decepcionante es que cuando lo habían logrado, cuando encontraron equilibrio con González y Dinenno en la delantera como sus figuras extranjeras, y con talento mexicano como Iniestra y Mayorga, tras perder la Final ante León en el Clausura 2020 se deshicieron de los tres referentes y actualmente lo pagan con la amenaza de cumplir 10 años sin ganar un título.

Hoy, Pumas puede dar un paso importante ante Chivas y detener la sequía de goles, el tema que más urge resolver, pero eso solo es el corto plazo. Necesita goles, necesita triunfos, necesita referentes, necesita revivir la cantera. Necesita tantas cosas, y será complicado ir un paso a la vez, porque el año pasado lo consiguió y estuvo tan cerca, pero volvió a traicionarse dejando ir a sus figuras.