Lionel Messi hace la diferencia incluso cuando no está en su mejor día. Lo volvió a demostrar este miércoles en la semifinal que su Inter Miami perdía 2-0 ante Cincinnati y terminó ganando en la serie de los penales tras el 3-3 de los 120 minutos para clasificar a la final de la US Open Cup.
Cuando la derrota parecía sentenciada, Messi le puso una pelota bárbara en la cabeza al ecuatoriano Leonardo Campana a los 68 minutos. El delantero no la desperdició y, con el gol, hizo renacer las esperanzas del conjunto dirigido por Gerardo Martino.
No obstante, Inter Miami siguió sufriendo el mal de la intrascendencia, y por eso llegó a los 90 minutos perdiendo. El árbitro dio 8 minutos de descuento, y en el séptimo Leo volvió a inventar una asistencia para Campana. El ecuatoriano la cruzó de cabeza y desató los festejos de Inter Miami, forzando el tiempo suplementario.
Cincinnati, uno de los equipos más sólidos del fútbol estadounidense, sintió el golpe. Tenía la clasificación a la final abrochada y se le escapaba a menos de un minuto del pitazo definitivo.
Ese cimbronazo anímico se notó en el inicio del suplementario. Salió algo confundido y los de Martino lo aprovecharon enseguida: gran asistencia de Benjamin Cremaschi al minuto de juego para que el venezolano Josef Martínez se escape en el área rival y anote el 3-2.
El cansancio ya se notaba en el equipo de Martino. El arquero, Drake Callender, salvó un par de ocasiones peligrosas, pero a los 114 minutos no pudo hacer nada ante un buen disparo del japonés Yuya Kubo.
El segundo tiempo suplementario terminó, entonces, empatado, y todo debía definirse en la serie de penales.
Allí Messi no falló y todo fue parejo hasta que Callender le tapó a Nick Hagglund el quinto disparo de la tanda, y dejó 'match point' a los de Miami. Le quedó la definición a Benjamin Cremaschi, estadounidense con orígenes argentinos, a quien no le tembló el pulso y mandó a su equipo a la final de la US Open Cup.