Al Hilal no pudo vencer al Real Madrid en la final del Mundial de Clubes, pero hizo historia en Marruecos. El equipo de André Carrillo dejó en el camino a Flamengo en semifinales y se convirtió en el primer club de Arabia Saudita en alcanzar la final de dicha competición.
En su tercera participación en el Mundial de Clubes, André Carrillo empezó el torneo como suplente en su equipo y con un enorme susto, por una torcedura de tobillo durante el alargue ante el Wydad Casablanca.
Cuando todos esperaban que el seleccionado peruano no jugara ante Flamengo, la Culebra apareció en el once titular y actuó como volante de primera línea en compañía del colombiano Gustavo Cuéllar, debido a la expulsión de Mohamed Kanno.
Para sorpresa de propios y extraños, Carrillo se adaptó al puesto y supo complementarse con Cuéllar, en lo que fue una dupla clave para el triunfazo por 3-2 ante Flamengo e histórica clasificación del Al Hilal a la final del Mundial de Clubes.
Para la Culebra, las semifinales del torneo supusieron además una revancha, puesto que el peruano fue expulsado en las semifinales de la edición 2019 y puso más cuesta arriba la eliminatoria del Al Hilal ante Flamengo.
Ante Real Madrid, André Carrillo volvió a su natural posición de extremo derecho, pero los dos goles rápidos del campeón de Europa provocaron un cambio de esquema por parte de Ramón Díaz, con lo que el peruano pasó a jugar como interior derecho y fue partícipe en el gol de Luciano Vietto para el eventual 1-2.
Con la medalla de plata del Mundial de Clubes en el pecho, el futbolista de 31 años ahora apunta a retener la corona en la liga de Arabia Saudita y ya piensa en los amistosos de la Selección Peruana, en los que Juan Reynoso podría tomar nota de Ramón Díaz y acercar a la Culebra más a la base de la jugada. Ante rivales de jerarquía y en escenarios complicados, Carrillo demostró personalidad y fútbol para ser opción como volante mixto o interior en el equipo de todos.