Muchas cosas estarán en juego este jueves cuando la Selección Mexicana de Futbol reciba a Estados Unidos en el Estadio Azteca.
La primera y más importante, que el conjunto azteca consiga la victoria para prácticamente amarrar su clasificación al Mundial de Catar 2022.
A lo largo del Octagonal clasificatorio, el desempeño del Tricolor ha estado marcado por una pobreza futbolística que el técnico Gerardo Martino no ha sido capaz de revertir; todo lo contrario, cuando parece que no se puede jugar peor, sale a relucir una versión más triste del equipo.
Ante el visitante en turno hay cuentas pendientes luego de tres derrotas consecutivas —dos de ellas en Finales y una en la eliminatoria— que ni siquiera fueron ante la selección estelar de ‘las barras y las estrellas’. El Tri ha sido cliente hasta de un equipo juvenil formado solo por futbolistas que militan en la MLS.
Ambas escuadras tienen 21 puntos, pero Estados Unidos es segundo lugar debido a su mejor diferencia de goles, por lo que una victoria azteca no solo supondría ascender al subliderato del Octagonal, si no un golpe sobre la mesa para sacudirse la hegemonía estadounidense.
Otro aspecto a considerar es el funcionamiento tricolor, porque el argumento de clasificar a la Copa del Mundo como sea y ante rivales de medio pelo para abajo ya no es suficiente. El ‘Tata’ está obligado a rectificar luego de un 2021 para el olvido y un arranque de este año en el que se mantuvo la inercia negativa.
Y es precisamente el tema del desempeño el que va ligado con el grito homofóbico que aparece en el Estadio Azteca cuando la Selección Nacional no está jugando bien y el partido se mantiene empatado o ya no se diga en desventaja.
Cierto que un resultado o el accionar de Tri no debería estar condicionado a la aparición de esta consigna que tantas multas de la FIFA le han costado a la Federación Mexicana de Futbol, pero hoy es una realidad que el público encontró en el grito una forma de protesta y rebeldía.
Las puertas del Coloso de Santa Úrsula se reabrirán con unos precios de los boletos exorbitantes; sin embargo, ya se vendieron las 50 mil localidades disponibles, por lo que hay altas posibilidades de que el “Ehhh, pu”… o “Fuera Martino” hagan acto de presencia.
El presidente de la FMF, Yon de Luisa, adelantó que el protocolo de sacar del estadio a los aficionados que griten y vetarlos cinco años estará vigente, pero es bien sabido que pese a innumerables medidas puestas en práctica, es el día en que no logra frenarse esta consigna.
Así las cosas, el equipo mexicano y su técnico Gerardo Martino que ha minimizado las recientes derrotas ante Estados Unidos, tienen varias tareas en puerta. Con tres boletos y medio que otorga el Octagonal para el Mundial es prácticamente imposible que el Tri quede fuera; lo que se verá en los partidos restantes es si por lo menos llega con cierto decoro a Catar tras una eliminatoria desastrosa.