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El origen del fútbol en Australia

El Balgownie Rangers FC nació en 1883 y es club más antiguo aún con vida en Australia @BallyRangers

Como ocurrió en casi todo el planeta, el fútbol fue establecido en Australia por inmigrantes ingleses. Y en este caso la relación era más obvia todavía, ya que en el siglo XIX el país aún formaba parte del Imperio británico, por lo que era mucho más fácil ese intercambio entre los inventores y los nativos.

John Walter Fletcher, un maestro nacido en Londres en 1847, es reconocido como el padre del fútbol nacional en Australia. En 1875 llegó a Oceanía para trabajar en una escuela privada llamada Oaklands, en Mittagong, Nueva Gales del sur. Poco después se trasladó a Sydney, donde participó de la fundación del primer club del país, Wanderers Football Club.

La institución nació en 1880, con Fletcher como alma máter. Jugó su primer partido contra el equipo de rugby de la Kings School y ganó 5-0 frente a una multitud de mil personas en Parramatta. Este encuentro es considerado el primero de la historia en el país.

Solo dos años después, el maestro londinense formó la Asociación inglesa de fútbol de Nueva Gales del sur, uno de los primeros organismos administrativos de este deporte creados fuera de Gran Bretaña. En 1883 nació Balgownie Rangers FC, el club más antiguo todavía con vida de Australia.

Por las dificultades geográficas, durante varias décadas los torneos de fútbol australianos fueron solo regionales y no tenían una competitividad destacada. Recién en 1962 se disputó la Copa de Australia, el primer certamen nacional. La liga se estableció en 1977.

Durante los cincuenta y los sesenta aparecieron varios clubes y la mayoría fueron fundados por colectividades de inmigrantes: croatas (Melbourne Knights, Sydney United), griegos (South Melbourne, Sydney Olympic), macedonios (Preston Lions) e italianos (Marconi Stallions, Adelaide City).

La Selección jugó sus primeros partidos en 1922, frente a rivales como Nueva Zelanda, Sudáfrica y China. Sin embargo, el aislamiento geográfico no le permitió medirse contra rivales del resto del mundo hasta 1966, cuando participó de las Eliminatorias para la Copa del Mundo de Inglaterra. Solo diez años antes se había sumado a la FIFA.