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Así juega Australia: sistema táctico y posible once del rival de Argentina en 8vos del Mundial

Australia llegó a Qatar con un equipo estructurado y físico pero poco efectivo y carente de brillo EFE

La Selección de Australia logró una inesperada clasificación para los 8vos de final de la Copa del Mundo de Qatar 2022 después de vencer a Dinamarca en la jornada final del Grupo C. Ahora, en la próxima fase, será rival de la Argentina. La Selección de Lionel Messi se encontrará con un equipo muy bien trabajado, ordenado y contragolpeador.

El conjunto que conduce Graham Arnold, seleccionador desde 2018, respeta la filosofía de juego de su nación. Un fútbol directo y físico, de firme raíz británica. Algo que mantiene incluso desde antes de la llegada del DT australiano. Esta versión, sin embargo, se presenta rejuvenecida. Ya sin grandes nombres, como Cahill o Kewell, este seleccionado se proyecta como un equipo en transición, con más futuro que historia.

La renovación no fue sencilla. Con Arnold como DT, Australia fracasó en la Copa de Asia de 2019, a la que llegó como campeón. Tras una fase de grupos irregular, que comenzó con derrota ante Jordania, llegó hasta los 4tos de final. Allí, quedaron eliminados ante Emiratos Árabes Unidos, casualmente la selección a la que vencieron en el repechaje asiático antes de ganarse el boleto a Qatar frente a Perú, en los penales. En aquel momento, se hizo evidente la necesidad de apurar el recambio generacional.

Sin embargo, varias piezas de la maquinaria australiana aún son las mismas que hace 4 años. En el arco se mantiene Mathew Ryan (30 años), el 1 de la Real Sociedad de España. En la defensa siguen Milos Degenek (28), del Columbus de la MLS y Bailey Wright (29), de Sunderland. Es decir que en la última línea hay experiencia.

Además, su lateral izquierdo aún es Aziz Behich (31 años), ahora en el Dundee United. En el medio, el experimentado Aaron Mooy (31 años), jugador del Celtic, organiza al equipo desde el eje del campo. Lo acompaña en la tarea Jackson Irvine (28), que milita en el St. Pauli alemán. Adelante, Mitchell Duke (31), goleador del Fagiano Okoyama de la 2da de Japón, es la referencia de área. Mathew Leckie (31), del Melbourne City, también puede ocupar ese lugar, aunque su aparece más retrasado por las bandas por su conocimiento táctico.

AUSTRALIA Y LA BASE OLÍMPICA DE TOKIO
Esa base experimentada se complementa con talento joven. En su mayoría, jugadores que participaron de los Juegos Olímpicos de Tokio. Ocho de ellos repiten en la convocatoria australiana para este Mundial. Allí, ya enfrentaron a Argentina y la sorprendieron con un triunfo claro por 2-0. El equipo australiano hizo un buen torneo y se fue apenas con una derrota 0-1 ante España, luego subcampeón.

De aquellos jóvenes olímpicos surge este equipo australiano. La dupla de zagueros está definida y es pura sangre joven. La componen Kye Rowles (23), un joven defensor que está dando sus primeros pasos en Europa, también en Heart, y Harry Souttar (23), central del Stoke City.

El proyecto en el lateral derecho es Nathaniel Atkinson (22 años), del Heart escocés. Fue titular en toda la eliminatoria, los repechajes y en el debut ante Francia perdió el puesto. Pero la pasó tan mal frente al campeón del mundo que salió en el final de ese partido y no volvió a ingresar. Ese lugar es la única duda australiana. Fran Karacic (26 años), lateral del Brescia, lo reemplazó ante Túnez. Pero en el duelo ante Dinamarca el marcador derecho fue el veterano central Milos Degenek.

En el medio, el gran talento australiano es Ajdin Hrustic (26), del Hellas Verona italiano, su número 10. Pero Australia se las ingenió para llegar hasta 8vos de final casi sin su presencia. Una lesión semanas antes del Mundial lo dejó afuera del debut. Apenas jugó media hora ante Túnez y el tiempo de descuento ante Dinamarca. Su lugar en la media cancha lo ocupó Riley McGree (23, Middlesbrough) con mucha suficiencia.

Desde el banco, los que hacen su aporte para oxigenar la presión del equipo en los últimos minutos son Awer Mabil (27, Cádiz) y Keanu Baccus (24, ST. Mirren), que se suman al medio, y Jamie MacLaren (29, Melbourne) o Jason Cummings (27, Central Coast Mariners), que renuevan la ofensiva.

Entre los talentos jovenes, el más destacado es Garang Koul (18, Central Coast Mariners), que ingresó ante Francia y ante Túnez. Además de aire para la marca, le agregó desequilibro por las bandas y velocidad para la contra.

En la banca, aún sin minutos en este Mundial, queda Marco Tilio (21, Melbourne City) que le marcó un gol a Argentina en aquel 2-0 en Tokio. Y, también, dos defensores que fueron titulares en ese duelo y que están en Qatar ganando experiencia: el central Thomas Deng (25, Albirex Niigata), capitán del equipo olímpico, y el lateral izquierdo Joel King (22, OB danés).

UN PLANTEL CON TALENTO E IDEAS CLARAS
Graham Arnold, el entrenador de Australia, confía en el material que tiene a mano en su Selección. “Creo en mis jugadores. Se que no tenemos a ninguno como figura en una de las grandes ligas pero hay talento en el plantel”, afirmó.

La apuesta de juego es simple, ser ordenados y directos. Sin la pelota, en defensa, ocupar bien los espacios con dos líneas de 4 jugadores agrupadas bajo las órdenes de Mooy. Esperar en campo propio, para achicar los espacios, y presionar sobre la pelota cerca del mediocampo. Guardar energías para contragolpear con mucha gente, recuperar rápido y aprovechar el talento joven para romper líneas y llegar pronto al área rival.

Con la pelota, el objetivo de los Socceroos es ser prolijos. Como es habitual en el fútbol actual, la salida de la pelota intenta ser al pie desde la propia defensa. Quizás aquí se explica que la defensa sea la zona más rejuvenecida del plantel. Luego, la búsqueda es construir sucesiones de pases que permitan desbordar a los rivales. Por momentos, cierta impaciencia y la tendencia a verticalizar conspiran contra esta propuesta. Este es uno de los puntos flojos en un equipo que, de todos modos, está cómodo sin la pelota. Saben que sus prioridades son estar bien parados siempre y no correr riesgos de ningún tipo.

Otra clave del juego australiano está en sus bandas. Sus ataques se concentran en los laterales, sumando gente allí para centrar desde ahí en un típico juego inglés de balones al área y, claro también, de pelota parada.

En este Mundial, el ala derecha debió cambió por completo. Martin Boyle (29, Hibernian), un experimentado volante que mostró mucho desborde en la repesca asiática, se perdió el torneo por lesión. Y el joven Atkinson perdió el puesto ante Francia.

Arnold apeló a los experimentandos para resolver el problema. Leckie tomó la banda izquierda en el debut, para hacer gala de su habilidad, veteranía y capacidad física. Craig Goodwin (30, Adelaide United) surcó la punta derecha. Es frecuente verlos intercambiar posiciones. Lo hicieron en ese duelo ante Francia y en los partidos siguientes. Cuando está por la izquierda, Goodwin hace un buen tándem con Behich, al que conoce hace tiempo. De ambos lados, Australia es una amenaza con sus precisos centros. Dos de sus tres goles en Qatar 2022 llegaron así.

Ante Argentina, en 8vos de final del Mundial, Graham Arnold mantendrá el equipo que dio la sorpresa en el Grupo C. Con la duda en el lateral derecho y la posibilidad de que Hrustic vuelva a ser titular, así formaría Australia: Ryan; Degenek, Souttar, Rowles, Behich; Mooy; Goodwin, Irvine, McGree, Leckie y Duke.


*Esta nota se publicó originalmente el 25 de julio de 2022, como parte de una serie previa rumbo al Mundial. Y se actualizó el 1 de diciembre de 2022, para dar cuenta de la clasificación de Australia a los 8vos de final.