Diego Alonso, director técnico de la Selección Uruguaya, charló en exclusiva con ESPN Uruguay comentando algunos detalles de su perfil como entrenador. El DT de la Celeste en el Mundial de Qatar 2022 recordó que finalizó su carrera como futbolista aún teniendo contrato en Peñarol y destacó cuán importante es escuchar la opinión de los jugadores.
Aquí repasamos las frases más importantes del entrenador Alonso en el mano a mano con Diego Muñoz en el Complejo Celeste:
“UN ENTRENADOR QUE TUVO LA SUERTE DE JUGAR AL FÚTBOL”
“Con 21 años me di cuenta de que iba a ser entrenador. Tuve a Julio Ribas como entrenador en Bella Vista y en ese momento lo que vi de él o lo que me despertaba a la hora de entrenar o transmitir hizo que yo dijera ‘quiero ser esto, quiero esto para mí'”. “Dije ‘el día que deje de jugar quiero ser entrenador’, me empezó a apasionar. De hecho me retiré en el 2011 teniendo contrato en Peñarol, me retiré porque quería entrenar. Pero siempre, desde que tenía 21, supe que quería entrenar y a medida que fue pasando el tiempo más interés le fui poniendo e hice el curso enseguida”. “Siempre digo que fui un entrenador que tuvo la suerte de jugar al fútbol, así me describo. Disfruté mucho de ser jugador, la pasaba bien, pero me gustaba entrenar, sabía que mi futuro estaba en entrenar y que mi felicidad estaba en ser entrenador”. EL VALOR DE LA OPINIÓN DE LOS FUTBOLISTAS “Los equipos y entrenadores evolucionan gracias a los jugadores; los futbolistas te enseñan porque hay una idea madre de querer esto, pero no es solamente convencerlos, sino hacerlos parte de las situaciones, cuando uno se siente parte también es más sencillo y se enriquece todo el mundo”. “Los entrenadores me preguntaban cómo lo veía, qué sentía, tal vez porque me veían como entrenador, pero siempre tuve la suerte de eso. Y no es que uno le pregunte cómo jugamos, si 4-3-3 o si se siente más cómodo con este compañero, esas cosas no, pero sí cómo resolvería esa situación, si tenemos un jugador rápido y te va a atacar todo el tiempo la espalda y la profundidad a tu lateral, ¿cómo harías para defender?” “Con eso se enriquece el equipo y uno como entrenador también, siempre te hacés mejor con el futbolista. Tuve al japonés Keisuke Honda en el Pachuca y había un pase que no me gustaba que dieran mis jugadores, que era un pase de espalda frontal de lateral al extremo. No me gustaba porque las presiones estaban orientadas, y sin embargo Honda pedía la pelota y resolvía bien”. “Honda era zurdo jugando a pierna opuesta y generalmente controlaba y giraba, y tenía una visión de campo tremenda y hacía funcionar todo lo que parecía negativo. Cuando la pelota iba hacia él era una decisión siempre acertada, era más seguro que otra cosa. Él me explicaba cuándo hacía eso y a partir de ahí empezás a cambiar de visión, y entonces si tenemos un jugador de estas características o si vos hacés este tipo de movimientos puede ser beneficioso jugar en esta posición, tal vez para el resto no, pero cuando tenés un jugador que te ayuda a crecer vas ampliando el espectro”. EL MOMENTO DE MAYOR INTRANQUILIDAD Y EL RECUERDO DE SU PADRE “La noche previa a los partidos yo duermo muy tranquilo, más en la Selección, duermo tranquilisimo. Para mí el momento en el que estoy más intranquilo es cuando los jugadores se van a calentar y quedo solo en el vestuario”. “Como entrenador no te pone nervioso el resultado, por lo menos a mí. Sé que podés ganar, perder o empatar, lo que a vos te pone nervioso es cómo va a ser el partido. Por eso cuanto más trabajado está tu equipo estás más acostumbrado a que tus jugadores puedan resolver las diferentes variables”. “Lo que generalmente me da intranquilidad es cómo será el trámite, si podemos asfixiar al rival o lo harán ellos, si seremos capaces de absorber esa situación, o si se van a encerrar y somos capaces de romper ese candado, si tendremos la capacidad de presionar de diferente manera. El trámite es lo que más preocupado te deja, no el resultado, porque todos sabemos que vamos a ganar, empatar y perder”. “¿Mi viejo? Siempre la gente está presente donde tiene que estar presente, uno la hace presente. La pregunta (sobre mi padre fallecido) me humaniza, pero yo trato de ‘humanizarme’ todo el tiempo. Soy entrenador de la Selección 24 horas al día, pero también soy padre de familia 24 horas al día, y esposo, e hijo, soy todo 24 horas al día, entonces es normal y es evidente que ante situaciones donde pasan cosas tenés presente a la gente que siempre te acompañó, la gente que estuvo contigo, que confió en vos y mi viejo lógicamente fue alguien sumamente importante en mi carrera deportiva, ni hablar que en mi educación, y en lo que soy a nivel personal, que se lo debo todo a él”.