La carrera de Diego Lainez vive momentos críticos. De hecho, lleva varios años —desde que se fue a Europa en enero de 2019— en franca decadencia.
Se marchó de México tras ser campeón con el América y no fueron pocas las voces que lo catalogaron como “la nueva joya del futbol mexicano”, al tiempo de que se le auguró un futuro brillante en las grandes ligas.
Sin embargo, desde la elección del Betis cuando el Ajax estaba sumamente interesado en ficharlo, se ha dado una seguidilla de pésimas decisiones que tienen al futbolista de 22 años en la penumbra.
Se entiende que asesorado y apoyado por su familia, Diego ha elegido mal y ha obrado peor, porque ninguno de los entrenadores que ha tenido en el viejo continente entre el conjunto de Sevilla y ahora el Sporting Braga, ha apostado por él.
¿A qué se debe que no reciba la oportunidad de tener continuidad para demostrar si tiene o no nivel para el balompié europeo?, ¿no entrena bien?, ¿perdió piso?, ¿le ha faltado carácter, mentalidad o personalidad? o ¿sencillamente se ha visto rebasado?
Las respuestas a las anteriores interrogantes sólo las tiene Lainez, pero lo cierto es que ha perdido años valiosos, y lejos de que su carrera haya tenido una evolución se ha estancado, y hoy no se ve quién pueda interesarse en él.
Tras la inactividad en el Betis y con el Mundial en puerta, apostó por un equipo y una liga modesta como la portuguesa con la idea de que por fin sumaría minutos que le permitirían estar entre los convocados a Qatar 2022, pero ni siquiera esa ‘jugada’ le salió y fue uno de los sacrificados por el técnico Gerardo Martino.
No había argumentos para defender un posible llamado de Lainez a la Copa del Mundo, salvo que en ciertos partidos con el Tri llegó a entrar de cambio y de alguna manera provocó algún tipo de ‘revolución’ en el equipo para empatar o ganar. Nada más, porque ni en el Braga juega.
Sin que exista reporte alguno de lesión o malestar del mexicano, suma tres partidos sin siquiera aparecer en la convocatoria de su club, y en la Liga no tiene actividad desde el pasado 9 de octubre.
Sus números desde que dejó al Betis son una lágrima: 13 partidos disputados en la temporada considerando las distintas competencias (Liga, Copa, Taça da Liga y Europa League), en los que acumula 470 minutos, dos goles y dos asistencias.
Aferrarse al ‘sueño europeo’ a costa de terminar por extraviar su carrera definitivamente puede ser la peor de las decisiones de Diego Lainez.
En estos momentos no le caería mal que el América, que ya ha hecho intentos por ‘repatriarlo’, le arroje un salvavidas. Urge que le ayuden a encontrar el camino que extravió hace cuatro años y que lo tiene en el olvido en un club sumamente modesto como el Braga…
Además de que no se puede olvidar que la carrera para ser mundialista se la ganaron futbolistas como Uriel Antuna o Roberto Alvarado… Triste realidad. ¡Sálvenlo!