El exfutbolista uruguayo Diego Lugano habló sobre el retiro de Luis Suárez de la Selección Uruguaya, destacó la mentalidad y las capacidades del Pistolero, y se refirió al error que cometían sus rivales al intentar defenderlo.
En entrevista con el programa “Quiero fútbol” (Sport 890), Lugano dijo que “a pesar de que era esperado”, se sentía “emocionado” por lo que significaba que Suárez decidiera retirarse de la Selección Uruguaya. “No escuché la conferencia porque estaba trabajando, pero no hace falta que me nombre ni nada. Sabemos la amistad que tenemos desde hace muchísimos años, fuimos compañeros casi ocho años, fui su capitán. Hubo muchas situaciones complicadas en torno a él y sabe quién estuvo siempre a su lado y quien lo ayudó. Estoy contento por la carrera que hizo, por lo que nos dio a los uruguayos dentro de la cancha siendo de los mejores de la historia del país, y fuera de la cancha con un compromiso que es muy difícil de encontrar en otros crack a nivel mundial”, expresó.
El exdefensa de la Celeste dijo que no intentó convencerlo de que postergue su retiro de la Selección, que “cada uno tiene sus tiempos y su manera de pensar”, y mencionó que “Luis claramente dio lo que tenía y lo que no también, en lo futbolístico y en lo emocional”. “Solo quedan palabras de agradecimiento por haber sido compañero suyo, por haber dado tanto y estoy orgulloso de haber sido contemporáneo de él”, añadió.
Hablando sobre la mentalidad del salteño, Lugano dijo que Suárez “tiene un fuego sagrado interno muy especial”. “No me puedo sacar la imagen de la cabeza de cuando estábamos en el vestuario festejando el título de la Copa América y estábamos todos menos él. Fui a las duchas y estaba encerrado llorando solo, hablando por teléfono y se le caían las lágrimas de desahogo. Eso demuestra el fuego sagrado que tiene adentro”, contó.
A su vez, el Pistolero ha sido reconocido por tener una personalidad fuerte y protestar mucho dentro de la cancha. “Fue el único que en mis 10 años en la Selección cruzó la cancha para putearme en una jugada (risas). Dicen que el primer día en Liverpool pechó a Jamie Carragher y lo tiró para afuera, y que en el Barcelona no sé qué le respondió a Lionel Messi. Es un poco irreverente y parece irrespetuoso, pero es su forma de ser, lo que hizo que se imponga en todos lados. En el fútbol es tan importante imponerse como jugar bien”, relató. Por otra parte, Lugano también recordó que media hora antes de un clásico entre Barcelona y Real Madrid, Suárez escribió en un grupo de Whatsapp donde estaban todos los capitanes de la Primera y Segunda División uruguaya. “La selección había destinado un dinero para la B. Y media hora antes del partido apareció un mensaje suyo en el grupo preguntando si los muchachos de la B ya habían cobrado. Yo miraba el reloj y no entendía nada. El Barça ganó y él hizo un gol. Es una mezcla de fuego sagrado, de irreverente y también de sensibilidad lo que lo hace muy especial”, expresó.
El excapitán de la Celeste repasó que cuando Suárez tenía 22 o 23 años a él lo trataron de loco por decir que el delantero era el mejor que había tenido Uruguay. “Era muy joven todavía, pero tenía una capacidad de enfrentarse a grandes zagueros que se querían imponer físicamente y no podían, lo querían anticipar técnicamente y no podían. No hacía falta defenderlo mucho porque su combustible era pelearse con alguien: cuanto más fastidioso estaba, mejor. Los zagueros rivales nunca se dieron cuenta de que la mejor manera de marcar a Luis era tratarlo bien, hacerle una caricia. Capaz que ahí lo sacabas un poco de la zona de confort, por suerte no se dieron cuenta (risas)”, dijo.
Otra anécdota que pintaba la mentalidad del Pistolero fue cuando jugaba en Liverpool y enfrentó al West Bromwich Albion de Lugano en la Premier League. “Yo tenía un compañero de defensa, el sueco Jonas Olsson, que medía 1.96 y había jugado en Holanda. Se ve que Luis tenía pica con él de la época de Ajax. Antes del partido, Luis entró al túnel, me saludaba y me decía: ‘con vos todo bien, pero a tu compañero, a ese hijo de… Le voy a hacer tres caños y tres goles’. Le hablaba algo en inglés y el sueco, caliente, se hacía el que no entendía. Empezó el partido: caño y gol de Luis a los 10 minutos. Cinco minutos después, segundo gol suyo. A los 55’, le saca la pelota a Olsson y mete el 3-0. Por suerte, solamente tuve que enfrentarlo dos veces ese año. En el partido de vuelta me quiso hacer un caño y lo enterré de cabeza (risas)”, relató Lugano.
Hablando sobre qué gol de Suárez con Uruguay le parecía el más importante, Lugano eligió el que anotó en 2009 en Quito para empatar el partido contra Ecuador en un duelo clave de Eliminatorias. “Fue cuando se nos venía la noche… Sin ese gol no había proceso Tabárez, Sudáfrica, título de la Copa América, nada. El más lindo fue alguno de los que le hizo a Inglaterra, pero ese está en otro escenario, en el palco alto”, comentó.
En cuanto a momentos tristes de la etapa de Suárez con Uruguay, Lugano remarcó que no está de acuerdo con que el delantero pida disculpas por el episodio del Mundial de 2014 contra Italia, con lo que fue el mordisco a Giorgio Chiellini. “Si llegamos a esa copa fue porque en la Eliminatoria, en los momentos más difíciles, le hizo goles a todos. Contra Inglaterra se puso el equipo al hombro y prácticamente ganó el partido. Y contra Italia, Chiellini, [Leonardo] Bonucci y Thiago Motta lo provocaron todo el partido, estaba picadísimo. Él lo que hizo fue devolver esa provocación. Minutos después, Chiellini quedó desconcentrado protestando al juez y reclamando, perdió la marca de Diego Godín, gol y clasificamos. Hasta en eso nos ayudó a clasificar. Si no fuera por él, difícilmente le hubiéramos hecho un gol a Italia para clasificar”, expresó el exdefensa.
Sobre la tremenda sanción que recayó sobre Suárez tras ese incidente, Lugano dijo que “fue una exageración increíble, que tuvo mucho que ver con el contexto político que Uruguay vivía en esos momentos, con una denuncia a CONMEBOL y a FIFA, otro asunto más profundo”. “Luis que era nuestra figura y fue un poco el chivo expiatorio. No estoy de acuerdo que pida disculpas por eso, entiendo que es lo políticamente correcto. Fue una barbaridad, la mayor sanción en la historia del fútbol mundial. Uruguay despidió a su máximo goleador, nos perdimos de él por dos años. Cuando tenía 26 o 27 años, en su pico, no pudo jugar la Copa América, 10 partidos de Eliminatorias”, recordó. A su vez, expresó cómo marcó al grupo este hecho, y lo afectados que estaban a la hora de enfrentar a Colombia en octavos de final. “Fue una de los momentos donde yo más me autocastigo por no haber podido cambiar esa situación. Lo que vivimos fue de tal indignación, tanta rabia acumulada e impotencia por la injusticia que se estaba cometiendo… En un partido a ese nivel donde se decide todo por detalles, tenés que estar concentrado y focalizado tres o cuatro días antes, y esto realmente nos sacó del contexto. Me acuerdo de la charla que hicimos la noche antes. Dijimos: mañana nos jugamos la vida y seguimos con la cabeza en lo que pasó con Luis, algo estamos haciendo mal. Nos desconcentró esa injusticia, además de lo que deportivamente influía, ya que era el mejor jugador que teníamos”, dijo Lugano.
El exfutbolista, que vive en Brasil, también se refirió al paso de Suárez por Gremio, y dijo que fue una de sus mejores etapas. “Lo que lo vi jugar en Gremio fue más de lo que jugó en el Atlético Madrid, estaba mejor físicamente que en su pasaje por Nacional, y seguramente mejor que los últimos años de la Selección cuando le afectaba mucho la rodilla. Fue un jugador completo, mucho más que el 9 potente de la época que jugaba conmigo, que le tirabamos la pelota y giraba y algo pasaba. En Gremio vi a un jugador completo, que entendía todo el juego, que hacía las pausas justas, que salía en los momentos justos a recibir para dejarle espacios a sus compañeros, que dirigía el ataque con y sin pelota. Un nivel futbolístico y cognitivo superlativo. Yo con ese Luis no jugué sino con el que era un tractor, todo potencia. Me sorprendió en Gremio e hizo una campaña excepcional”, planteó.