El 2 de julio de 2010, Uruguay superó a Ghana por penales en un inolvidable partido del Mundial de Sudáfrica. El encuentro tuvo episodios increíbles, pero ninguno como la salvada de Luis Suárez con la mano en el último minuto. Repasamos testimonios de aquel hecho que quedó grabado en la memoria futbolística del país y del mundo entero.
La escena es conocida: minuto 120 del alargue del juego por cuartos de final, tiro libre al área de la Celeste, Fernando Muslera no puede hacerse de la pelota, el arco queda desprotegido y Suárez la despeja en la línea dos veces, una con los pies y otra con la mano. Penal y expulsión. Asamoah Gyan remata, pelota al travesaño y locura uruguaya. En los penales, el equipo del Maestro Tabárez se impuso y clasificó a semifinales.
Tanto los uruguayos presentes esa noche en Johannesburgo, como los que lo siguieron desde el territorio nacional, explotaron de alegría. Pero el protagonista de uno de los eventos que desencadenó todo tenía sentimientos ambiguos.
Años más tarde, en entrevista con ESPN, Suárez comentó que recién cuando terminaron los penales tomaron conciencia de la magnitud de lo que habían logrado. “Después, los compañeros me decían… La Tota (Lugano), Seba Eguren, el Loco (Abreu), el Ruso (Pérez)… ‘¡No sabés lo que acabás de hacer, guacho!’ Yo estaba re caliente porque no podía jugar la semifinal. Pero viendo todo lo que pasó, la gente te reconoce de que uno se la jugó para perderse una semifinal, pero porque Uruguay pase a semi”, apuntó.
En el post partido, aquel Pistolero de, por entonces, 23 años, no se achicó a la hora de referirse a la acción que hizo ante la Selección africana. "Vale la pena ser expulsado de esta manera. Era complicado y difícil. Sufrimos hasta lo último, pero la mano de Dios la tengo yo ahora", expresó, haciendo un juego con la icónica jugada del argentino Diego Maradona ante Inglaterra en 1986. También agregó que para él había sido “la atajada del Mundial”, y que bromeaban con eso con el plantel de la Celeste.
"En el momento no me di cuenta de lo que significó mi mano. Después los compañeros me decían 'No sabés lo que acabás de hacer, guacho'". El recuerdo de Suárez sobre la mejor atajada del Mundial.#Uruguay2010xESPN pic.twitter.com/W326UadqTB
— ESPN Uruguay (@ESPNUruguay) July 5, 2020
No eran todas buenas
Hasta el presente, la salvada de Suárez en la línea en el último minuto del alargue para mantener a Uruguay vivo en la Copa del Mundo sigue encontrando voces que la tildan de antirreglamentario, y hasta de tramposo al futbolista.
Tras aquel encuentro, el capitán de la Selección de Ghana, John Paintsil, declaró que sus compatriotas no hubieran tomado la misma decisión que el delantero uruguayo. “En una situación similar, estoy seguro de que los jugadores de Ghana jamás habrían recurrido a la mano. Hubieran hecho todo lo posible para despejar el balón con la cabeza”, señaló el lateral derecho del equipo.
Quien también debió afrontar preguntas no muy bien intencionadas sobre el tema fue el entrenador uruguayo, Oscar Washington Tabárez. Tras el partido, el Maestro dijo que “ocurrió algo natural en el instinto del jugador que impidió que entrara la pelota en el arco”. “Fue sancionado y no podrá jugar el próximo partido. Es una circunstancia. ¿Suárez es culpable de que hayan malogrado la ejecución? Si hubiéramos perdido estaríamos tristes. Si alguien piensa que planificó todo, que se dedique a otro deporte”, agregó el DT.
La polémica duró por varios días y hasta persiguió a Suárez durante muchos años. En una conferencia días después del partido, Tabárez dijo que le daba vergüenza la trama que había urdido periodistas, especialmente ingleses, sobre el tema. “No me venga a hablar de la falta de humildad de los uruguayos. Hemos dado muestras de que sabemos sacar las fuerzas de nosotros cuando necesitamos superar carencias”, agregó el técnico.
¿La “revancha” en Qatar?
Uruguay y Ghana volvieron a cruzarse en la fase de grupos del Mundial de Qatar 2022, el último de Suárez con la camiseta de la Celeste. En la conferencia previa al encuentro, las preguntas hacia el atacante sobre aquel hecho no escasearon. Sin embargo, el Pistolero se mostró firme en sus respuestas. “No tengo que pedir disculpas. Yo le di al balón con la mano, me expulsaron, pero el jugador de Ghana falló el penal, no yo. Quizás debería disculparme si hubiera lastimado a un rival. Pero en esta situación, me expulsaron, el árbitro dijo penal y no es mi culpa, yo no erré el penal. No soy responsable de eso", comentó.
A su vez, Suárez fue consultado sobre versiones que se manejaban por entonces de que Ghana iba a tomar este duelo como una revancha de aquella dolorosa eliminación de 2010. "No me lo puse a pensar. No sé qué estarán diciendo, pero pensar que es una revancha... Capaz que los jugadores que dicen que es una revancha tenían doce años y ni se acuerdan, lo vieron en imágenes. La gente que decía: hizo eso, es un diablo… No se puede malinterpretar todo. El otro día fuimos a jugar contra Portugal. ¿Escuchaste que los portugueses hayan dicho que iban por una revancha porque los eliminamos en Rusia 2018? No, es porque se quiere hacer todo grande, pero fue hace doce años, es cosa del pasado”, señaló.
Incluso, una de las voces más importantes que dejaron en claro que el evento debería dejarse atrás fue el más afectado de todos: Asamoah Gyan. El delantero ghanés también se refirió al tema en 2022 y, si bien dejó en claro que la imagen de su penal errado todavía rondaba su mente, contó que pudo ponerse en el lugar de Suárez.
“La gente decía que nunca se iba a olvidar de Suárez, y yo terminé conectándome con eso que decía la gente y pensaba que no debía perdonarlo. Por la Premier League nos cruzamos un partido, nos dimos la mano, pero lo miré muy angustiado, molesto y pensé: ¿le pego?”, contó, en referencia a la efervescencia con la que el pueblo ghanés tomó aquella eliminación.
Sin embargo, al ser consultado sobre si él hubiese hecho lo mismo para salvar a su país si hubiera estado en el lugar del Pistolero, respondió: “salvó a su país, es un héroe allá, tuve que ponerme en sus zapatos, así que lo perdoné”, finalizó.
