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Bielsa: la atajada de Chilavert ante un tiro libre de Maradona, la frase de Heinze y la ciencia que le hubiera gustado estudiar

El Loco reflexionó sobre el poder de las emociones y del amor propio en el fútbol. AP Photo

Marcelo Bielsa reflexionó sobre el poder de las emociones y del amor propio en el fútbol, utilizando como ejemplo una atajada en 1997 de José Luis Chilavert que únicamente fue posible porque el ejecutante fue Diego Maradona.

El Loco también recordó la frase de Gabriel Heinze que lo hacía más fuerte y dijo qué ciencia estudiaría si tuviera la posibilidad de volver a iniciar su carrera como entrenador.

El entrenador argentino realizó una presentación en la apertura del curso 2025-2026 de la Academia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y, luego de señalar los once sistemas tácticos que pueden utilizarse en el fútbol, opinó por ejemplo del poder mental en los jugadores.

“Algo que para mí es fundamental es el poder de las emociones y el poder del amor propio, el poder del orgullo. Cómo el jugador emocionado multiplica la intensidad de sus recursos”, comenzó destacando.

El Loco continuó: “Los jugadores son buenos por las virtudes que tienen. Pero luego, el mejor no es el que más virtudes tiene, el mejor es el que puede poner en juego el porcentaje más alto de las virtudes que posee. Porque tener una cualidad no quiere decir usarla para competir”.

“Entonces, en la utilización de un porcentaje alto de los recursos que un jugador tiene, ¿qué es lo que más lo desarrolla? La emoción”, aseguró Bielsa.

El rosarino hizo referencia por ejemplo a Juan Pablo Sorín, quien se encontraba en la sala escuchando a su ex entrenador en la Selección Argentina: “Sorín representaba justamente eso, un impulso de emociones que llegaban a todos lados. Ni que hablar que él no las necesitaba porque se abastecía a sí mismo de emociones, pero ver su capacidad de emocionarse nos hacía más fuertes a todos”.

A propósito de su etapa al frente del combinado albiceleste, Bielsa rememoró una frase de Heinze: “Él era un jugador de muy pocas palabras, pero un líder silencioso que convencía por lo que transmitía, no por lo que decía. Y él, cuando estábamos a puto de salir al campo, se paraba en ese ramillete de jugadores que están por salir y decía una frase que yo no la olvido: ‘A correr y a darlo todo’. Yo esperaba la frase, yo era más fuerte si escuchaba la frase, y más débil si no la escuchaba. A veces, los jugadores salían al campo antes de que yo alcanzara a estar con ellos, y yo sentía ese vacío”.

La atajada de Chilavert ante Maradona en 1997

El argentino volvió a remarcar que es importante observar ‘qué es capaz de hacer un futbolista, no en función de sus posibilidades, de su entrenamiento y de su preparación, sino en proporción de aquello que lo moviliza, que lo estimula…’.

“Porque una cosa es estar entrenado, y otra es correr en proporción al grado de entrenamiento que adquiriste, son cosas distintas”, subrayó y quiso graficar lo expuesto con una jugada.

Para ello, Bielsa mostró el vuelo y la atajada de Chilavert ante un tiro libre de Maradona, el 16 de setiembre de 1997 en el Fortín de Liniers durante un partido entre Vélez Sarsfield y Boca Juniors.

“Esa es una radiografía de lo que puede la emoción y de lo que puede la mente. En ese momento, Chilavert tenía un sobrepeso equivalente al 10% del total de su peso corporal. ¿Por qué llegó a esa pelota? Únicamente porque la pateaba Maradona. Como la pateaba Maradona, su espíritu de competencia, su orgullo, su amor propio dijo no. Mañana la foto no puede ser ‘Maradona le convirtió un gol de tiro libre a Chilavert’; y llegó a esa pelota”, señaló el Loco.

Y agregó: “No hubo entrenamiento, nada de lo que sucedió está ligado a ninguna otra cosa que no sea el amor propio de un jugador de esos quilates. A los entrenadores se nos abrió un campo de influencia desconocido, cómo operamos, cómo entramos a la mente de los jugadores y cómo logramos que la emoción potencie sus cualidades”.

“Si hoy empezara de nuevo, estudiaría sicología”

Luego, Bielsa aceptó: “Es cierto yo soy obsesivo y quiero abarcarlo todo, pero sé perfectamente cuál es el límite de esa gestión. Y si me dieran a elegir entre saber de fútbol o saber de seres humanos que juegan al fútbol, yo quisiera saber sobre seres humanos que juegan al fútbol. Porque saber de seres humanos que juegan al fútbol te vuelve mucho mejor entrenador que saber de fútbol, no tengan la más mínima duda”.

“Cuando comencé a pensar que quería ser entrenador, estudié el profesorado de educación física con el solo afán de poder ser mejor entrenador y estudié fisiología de ejercicios porque pensaba que saber cómo se produce la energía me iba a dar herramientas fundamentales. Si hoy empezara de nuevo, estudiaría sicología, cómo se articula la mente con las exigencias de la competencia, estudiaría respecto de los valores alrededor de los cuales hay que gestar la estructura de un equipo de fútbol…”, reconoció.

Y destacó: “Los equipos de fútbol son sólidos por los valores alrededor de los cuales se reúnen, eso es lo fundamental. Por eso, esa es una labor cuando un entrenador consolida un equipo; la solidez de ese equipo se mide especialmente por el comportamiento frente a la adversidad, cómo funcionan cuando las cosas no funcionan. Y para funcionar cuando las cosas no funcionan, el combustible es la unión de los jugadores alrededor de cuatro o cinco ideas básicas. Por eso es tan importante determinar cuáles son las cualidades, valores que de ningún modo se pueden traicionar, no pueden ser muchos, cuatro o cinco, pero que todo el mundo esté de acuerdo de que eso es innegociable”.

“Es indispensable tener miedo”

Por último, Bielsa habló sobre el miedo y explicó: “Nadie autoriza el miedo. El jugador que tiene miedo hoy está desacreditado. ‘No se puede tener miedo’. Yo digo no, es indispensable tener miedo. Claro que estoy hablando de porcentajes, no todas las personas son iguales”.

El miedo es un potenciador de las defensas. El jugador que está preparado para neutralizar el peligro o para aprovechar la debilidad, sufre el miedo inherente a lo que tiene que resolver. Entonces, si está despreocupado es peor, y si está tensionado es mejor. La posición defensiva es una posición donde todo el cuerpo se tensiona”, sostuvo.

Y acotó: “¿Por qué entrenar es un arte? El miedo tiene un umbral, si sobrepasa el nivel de miedo, aumenta el peligro que tiene que enfrentar, lo sobredimensiona no de acuerdo al peligro verdadero, sino al que genera su temor, y ahí el miedo es contraproducente”.