Gerard Piqué se sumará este miércoles al club centenario en la selección española. El central del FC Barcelona, que debutó con la Roja durante un amistoso frente a Inglaterra en Sevilla, en febrero de 2009, se ha convertido en uno de los referentes de la mejor selección de la historia y decidido a abandonar el equipo nacional tras el Mundial de Rusia, sueña hacerlo por la puerta grande.
“La decisión es bastante firme. Nunca sabes al cien por cien lo que pasará pero suelo cumplir lo que digo. Creo que ha llegado el momento y espero ganar para irme por la puerta grande”, explicó el jugador tras el partido frente a Portugal, confirmando que la decisión que anunció en octubre de 2016 no tiene vuelta atrás.
A Piqué le duele España. Posicionado políticamente en el conflicto catalán, el central del Barça ha tenido que escuchar no pocos abucheos en diversos campos de España por parte de una afición a la que los dardos desde algunos medios de comunicación acabaron por hartarle. “No es momento de hablar de ello, pero confío en que cambie de opinión porque es un jugador vital en la selección”, resolvió Fernando Hierro, en un discurso calcado al que ya había ofrecido antes Julen Lopetegui.
Y que se repite en el interior de un vestuario donde su figura se entiende insustituible desde siempre. Campeón de Europa sub 19 en 2006, Piqué juega ininterrumpidamente con la selección española desde los 16 años, habiendo debutado en la sub 16 en noviembre de 2002 y mostrando una identificación tan absoluta que se entienden ridículas las críticas que ha tenido que soportar en los últimos tiempos.
Campeón del Mundo en 2010 y de Europa en 2012, el tándem que forma con Sergio Ramos en el centro de la zaga tiene consideración top en todo el mundo por más que en el Mundial de 2014 fue uno de los señalados tras la hecatombe frente a Holanda y se planteó por primera vez abandonar el equipo nacional, una decisión que le quitó de la cabeza Vicente del Bosque. “Tiene una personalidad tan grande que no podemos permitirnos el lujo de perderle”, explicó entonces el ex seleccionador, quien le convirtió en figura intocable y defendió ante cualquier ataque de un entorno encendido tras la debacle final en la Eurocopa de 2016 y la eclosión ya definitiva de ese asunto catalán en el que se vio envuelto de mala manera.
Su “simplemente querían votar” con el que terció tras los sucesos del uno de octubre en Cataluña marcó su cuenta atrás definitiva ante la incomprensión que descubrió a su alrededor y provocó que aquella decisión de irse tras el Mundial de Rusia fuera innegociable.
Cinco goles y 72 victorias destacan en sus 99 partidos como futbolista de la Roja en estos nueve años. Ante Irán, en Kazán, Gerard Piqué entrará en el club de los 100 del que forman parte en Rusia Sergio Ramos, Busquets, David Silva e Iniesta. Historia viva de una España que, sobreviviendo al tsunami provocado por el despido de Lopetegui, busca el billete para los octavos de final en un Mundial que Piqué vive de forma especial.