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Los pedidos de Tabárez: un viaje al interior del Complejo Celeste

Tras 15 años, el Maestro Tabárez dejó la Celeste EFE

Cuando los más chiquitos llegan al Complejo Celeste para entrenar con la Selección Sub 15 eran sorprendidos por un detalle. Al pie del ómnibus los estaba esperando Oscar Tabárez para darles la mano y la bienvenida a cada uno de ellos.

Luego pasaban a una sala y allí no se les hablaba de fútbol, sino de aspectos que forman parte del ADN de la Selección Uruguaya y que es el punto de partida: respeto. A partir de ahí, todo. A los mayores en cambio, hay tres palabras que les reiteraba en cada fecha FIFA en la que se juntaban para disputar un amistoso: juego, resultado y comportamiento.

¿Cómo era el Maestro puertas adentro? ¿Qué le pedía a sus dirigidos y cuáles eran sus exigencias ante los dirigentes de la AUF?

SALUDAR Y AGRADECER
El primer mensaje que brindaba a los adolescentes que llegaban por primera vez al Complejo Celeste para integrar una selección Sub 15 no era futbolístico. El tema pasaba por la palabra más reiterada del proceso: respeto. Como lo reveló el propio Tabárez, en la primera charla con los más chiquitos se apuntaba a dos aspectos que se consideraban elementos vitales para la convivencia. “Cuando llegan los chiquilines de la Sub 15 les decimos que acá hay dos cosas que no pueden faltar: el saludar cuando se llega a un lugar y se cruzan con personas que puedan estar. No importa que no las conozcan, es un signo de convivencia y respeto. Y después agradecer cuando alguien hace algo por ellos. Sea un entrenador, un utilero, alguna persona que les regala algo, o les haga un favor en la cocina. Agradecer siempre. Son cosas básicas de la convivencia que además les van a servir para la vida en sociedad”, reveló en el libro Maestro.

ADHESIÓN
Fue el primer pedido del entrenador a los jugadores de la Selección Mayor cuando se encontró con ellos cara a cara en la ciudad de Nueva Jersey en 2006. En la charla, Tabárez apuntó directo y sin rodeos a lo que se decía de los integrantes del plantel. “A los jugadores les dije que muchos aficionados iban a decir que ustedes vienen a robar la plata, a cuidarse las piernas. Ahora, cuando vengan, no me hablen más de ese tema, no lo usen como justificación para los malos resultados. Debemos trabajar pese a eso. La compensación que yo les ofrezco es jugar continuamente partidos, y mejorar las condiciones de trabajo”, reveló el técnico de Uruguay.

JUEGO, RESULTADO Y COMPORTAMIENTO
Hubo tres detalles que el Maestro recuerda siempre a sus dirigidos y se los pedía previo a cada partido: juego, resultado y comportamiento. “Se lo digo todos los partidos. Mi ayuda memoria para cada partido de fecha FIFA. Juego, porque tenemos que ir a jugar bien. Va a ir público y quiere ver fútbol. Resultado, porque hay un prestigio, una imagen y en el fútbol profesional es a través del resultado una de las formas de conseguir cosas. Comportamiento, que tiene que ver con el respeto a las reglas, situación que no siempre es fácil cuando, por ejemplo, vas a jugar de visitante y encontrás un árbitro localista”, dijo el DT con relación al pedido que hace a sus dirigidos.

AMISTOSOS CON LOS MEJORES
Una de las principales exigencias que transmitió el conductor de la Celeste a la gerencia deportiva que comanda Eduardo Belza fue competir en todas las fechas FIFA. Al inicio del proceso no se jugaba contra quiénes querían sino contra quiénes podían. Uruguay estaba hundido en el ranking FIFA y no era una Selección atractiva.

Con el tiempo, tras recuperar prestigio, Tabárez solicitó jugar amistosos contra las Selecciones mejor ubicadas en el ranking. “Tenemos que competir y perder muchas veces con Alemania, Holanda o Italia para que cuando los enfrentemos en torneo importantes podamos competir de otras posibilidades”, expresó el 12 de octubre de 2010.

COMPETENCIA DE JUVENILES
Otra de las prioridades del proceso pasó por la competencia en juveniles. El DT pidió que los chicos compitan permanentemente porque es la única forma de medirse. Se logró que todas las selecciones jugaran determinada cantidad de partidos a lo largo de un año.

Esa es otra cosa importante, las selecciones juveniles que deben salir a buscar competencias internacionales”, expresó Tabárez cuando comenzó su ciclo.

ENTERRAR LOS PARTIDOS
Ante la derrota hay faceta que Tabárez sacaba a relucir y que ha transmitido a sus jugadores a lo largo del tiempo. Cuando había un problema solía declarar que no se quedaba estancado en el tema sino en la búsqueda de soluciones. Y cuando el equipo perdía, habitualmente hablaba de enterrar las derrotas.

En el libro "Vamos que vamos" expresó: “Hay que enterrar el partido. Tenemos un día para enterrarlo y para hacer el duelo. Porque al día siguiente tenemos que enfocar la mente hacia lo que vendrá. Si nos quedamos en las cosas malas que nos suceden y en las buenas que no tenemos, creamos fatalismos y le damos espacio a la cultura del bajón, que es siempre inmovilizadora. Hay que resistir la frustración e insistir e insistir”.

MENTALIZACIÓN
En la misma obra "Vamos que Vamos", hizo referencia a otro aspecto que toca con los jugadores. “Todos hablan de mentalización en el mundo del fútbol, pero, ¿qué quiere decir? Gerardo Pelusso, en una nota, recordó a un entrenador de básquetbol argentino que dijo: “Estar mentalizado es estar feliz con el lugar donde uno está”. ¡Y qué cierto es eso! Estar en este grupo, tener esta oportunidad, ser en cierto sentido elegidos entre miles que quisieran estar en su lugar… Esa es la mentalización. Ahora tenemos que orientarla hacia nuestro objetivo. Nada más”.

ASISTENTE SOCIAL
Fue uno de los rubros en los que el cuerpo técnico de Uruguay consideraba que estaba en deuda. Desde hace un tiempo planteaban la necesidad de sumar al cuerpo de trabajo la figura de un asistente social para interiorizarse sobre el entorno de los chicos que llegan al Complejo a integrar las selecciones juveniles.

TOLERAR LAS CRÍTICAS
En setiembre de 2012, cuando el panorama era complejo para clasificar a Brasil 2014, el Maestro reveló en conferencia de prensa que le dijo a sus jugadores: “Hay que cerrar los agujeritos para afuera”.

Tabárez señaló que habló con los jugadores para cerrar la boca y los oídos para afuera; y “demostrar cierta imagen que hay que reivindicar cada vez que se va a la cancha. Aceptamos las críticas, pero no es algo que esté en los primeros espacios de nuestro pensamiento. Al contrario, tenemos que aislarnos de eso. Hablé con los futbolistas. Nada de lo que nos digan ni lo que puedan hablar puede hacer nada para recuperarnos del partido anterior. Sí tenemos que abrir los agujeritos entre nosotros, entre las cuatro paredes, tenemos que comunicarnos mucho, tener todos la misma idea y demostrar cierta imagen que hay que reivindicarla cada vez que se va a la cancha. Tampoco es decir va a estar todo bien anímicamente porque lo hayamos hecho anteriormente, eso tampoco es algo que esté bien”.

FÚTBOL DEL INTERIOR
Era un gran debe desde el inicio del proceso. Por distintas circunstancias no se pudo abordar el tema como pretendía el entrenador. Tabárez no era adepto al desarraigo que se genera con el chico que viene a la capital. Siempre aspiró a tener centros deportivos en cada ciudad.

Mejorar ese producto. Aumentar la potencialidad. No hay porqué esperar a que lleguen a una selección juvenil para fundamentarlos o para enriquecer su potencial”, expresó. Asimismo, se quiere que los chicos del interior tengan más competencia.

CELULARES Y REDES SOCIALES
Era un tema que se abordaba con los juveniles. El técnico Fabián Coito reveló en el libro "Maestro el legado de Tabárez": “Las redes sociales las maneja cada uno. Donde trabajamos más es en las selecciones juveniles, primero con la utilización del teléfono. Hemos hecho algunas jornadas con empresas que se especializan en el manejo de redes y nos dijeron algunas ideas. Queremos hacerles ver que no es necesario comunicar a través de esas redes cosas de la intimidad ni andar todo el día con el celular”.

En la Selección Mayor, por ejemplo, había espacios comunes donde los jugadores no llevaban los celulares.

COMPLEJO CELESTE
Desde su desembarco en la Selección, el entrenador desterró las voces en contra del Complejo Celeste. Ordenó su reacondicionamiento y lo hizo la casa de la Selección.

Se hicieron mejoras, se instalaron dos canchas de césped sintético, una de ellas techada. Y cuando se abren las puertas el DT pidió a sus dirigidos determinados cuidados. “Pedí colaboración a los jugadores para que acá sean muy tranquilos. Determinado día que venga la familia de visita pero que no se invite demasiada gente”, expresó.