Luego de que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) congelara las cuentas de varios disidentes de la Cooperativa Cruz Azul, miles de trabajadores y cientos de cooperativistas, tienen retenidos sus ingresos.
Durante la fase tres de esta crisis sanitaria, alrededor de 10 mil familias que dependen de la cementera, advierten que su patrimonio se ha visto afectado al igual que el de 900 cooperativistas, quienes añadieron que esto daña gravemente a la compañía.
Aseguran que esta acción fue realizada por un grupo disidente a la Cooperativa por lo que la UIF, congeló las cuentas bancarias de Guillermo “Billy” Álvarez -quien es el único firmante-, su hermano Alfredo Álvarez y de Víctor Garcés Rojo.
Es importante mencionar que este no es el primer intento por congelar las cuentas de los directivos, ya que, recordaron, en mayo de 2019, los abogados de “Billy” Álvarez lograron frenar el fallo de un juez, que determinó el congelamiento de las cuentas bancarias de la cooperativa, que le habían impedido continuar con sus obligaciones cotidianas.
Los trabajadores reprocharon que “no es justo que en medio de esta pandemia surjan estos conflictos, pues en el afán de dañar a la directiva, nosotros como trabajadores también salimos afectados”.
Bajo el acuerdo 72/2020, la UIF notificó a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que debía proceder con el congelamiento de cuentas bancarias de los mencionados anteriormente.