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El idilio entre Pelé y México, que lo coronó por tercera vez campeón del Mundo

A Pelé, en el 2020, le preguntaron cuál es el país que más le ha gustado. El brasileño comentó que “sólo me falta ir a jugar a la Luna” y agregó que México “es el país que no puedo olvidar”.

Pelé: campeón del Mundo, con el Santos de Brasil, con los Gallos Azucareros, de visita, contra Irapuato, contra León, contra Chivas, condecorado, cancha Rey Pelé, en una escalera, una pintura, en el Club Providencia, con Tin Tan, con Cantinflas un sin fin de historias que relacionan al astro brasileño con México, “el país que no puedo olvidar”, según reconoció el propio sudamericano hace dos años.

A Pelé, en el 2020, le preguntaron cuál es el país que más le ha gustado. El brasileño comentó que “sólo me falta ir a jugar a la Luna” y agregó que México “es el país que no puedo olvidar”.

La imagen de Pelé con el sombrero de charro y el trofeo que lo avalaba por tercera ocasión Campeón del Mundo es la imagen más icónica del brasileño en México, pero hay decenas de recuerdos de él más allá de ese momento.

El brasileño estuvo en el principio, clímax y fin de su carrera como futbolista en México. Nunca jugó en un club, de manera oficial, pero 1975, en los últimos años de su carrera, jugó con los Gallos Azucareros de Jalisco dos partidos amistosos, no hubo más de Pelé con ese equipo, porque “no alcanzó”, contó hace cuatro años Jorge Coco Gómez, un futbolista que compartió vestidor con el brasileño en esa época.

En el inicio de su carrera, con el Santos de Brasil, hizo una gira por México, deslumbrando a los equipos de Jalisco y antes de llegar al clímax, en México 70, dejó un rastro de historias que culminaron en el título.

En el 70, Brasil concentró en el Club Providencia de Jalisco, se subió una escalera de madera para firmar un mural en su honor, montado en una cúpula y se la pasó jugando con las personas que continuamente visitaron ese sitio. Jugó partidos amistosos con Irapuato, León y Chivas, con la verdeamarela, previo a su máxima actuación.

Ganó el campeonato Mundial en México 70, como la figura máxima del futbol, y ya en su retiro vino a develar una placa en una cancha de futbol rápido que se construyó en su honor, en el centro de la Ciudad de México.

Estuvo con personajes ilustres como Tin Tan, Cantinflas, entró al Salón de la Fama de Pachuca, dejó playeras firmadas por doquier.

México de O Rei, el país “inolvidable” para Pelé.