Los jugadores visitantes tuvieron que salir de la cancha cubriéndose la cabeza por las agresiones de aficionados
El partido estelar de la 31 jornada de la Súper Liga de Grecia, entre el Olympiakos de Pireo y el AEK de Atenas donde milita el mexicano Orbelín Pineda (1-3), terminó este domingo en disturbios entre aficionados y la policía, que usaron gases lacrimógenos.
Tras marcar el AEK el decisivo tercer gol en el minuto 91, el propio presidente del Olympiakos, el empresario naviero Vanguélis Marinakis, saltó al césped para encararse con el árbitro del encuentro.
Poco después decenas de aficionados también irrumpieron en la cancha tirando sillas, piedras y bengalas hacia los agentes de la policía, mientras que los jugadores del AEK tuvieron que correr cubriéndose las cabezas hacia los vestuarios ya que desde las gradas lanzaban también todo tipo de objetos.
Aunque hasta el momento no se han reportado heridos, el Olympiakos se enfrenta ahora a un posible castigo de entre 2 y 4 partidos a puerta cerrada, y una grave multa, según los medios locales.
La decisión final se tomará después de que representantes del equipo testifiquen ante el Comité Disciplinario de la liga griega.
El Panathinaikos de Atenas es primero en la Súper Liga de Grecia tras ganar ayer al PAOK Salónica, empatado a 72 puntos con el AEK de Atenas, mientras que el Olympiakos queda prácticamente fuera de la carrera por el título, con 63 puntos a falta de cuatro partidos.