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La opinión del Maestro Tabárez sobre su posible sucesor

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Tabárez sobre su sucesor en Uruguay: "No voy a opinar sobre quién tendría que ser, no me corresponde" (2:57)

En 'Bola da vez' de ESPN Brasil conversaron con lo que podrá suceder una vez finalizado el ciclo del entrenador al frente de la Celeste. (2:57)

En junio de este año, Óscar Tabárez estuvo como invitado en el programa ‘Bola da vez’ de ESPN Brasil, donde conversó con los periodistas André Plihal y André Kfouri, y con el exfutbolista Diego Lugano sobre diversos temas, entre ellos quién debería ser su sucesor al frente de la Selección Uruguaya, algo que actualmente la AUF debe definir al haber decidido finalizar el contrato del Maestro al frente de la Celeste el pasado viernes.

Consultado directamente hace algunos meses si comprendía la enorme dificultad que significaría encontrarle un sustituto, Tabárez comentaba: “Hay gente como Diego (Lugano) y Celso Otero que dicen que no podrá ser. Yo no tengo una visión tan drástica, yo creo que la gente pone su tinte personal en las actividades que hacen, en los proyectos, pero el mundo del fútbol es tan amplio que ¿por qué no?”.

“No sé si será dificultoso, pero creo que por todas las cosas que han pasado últimamente y las cosas más antiguas que ha tenido el fútbol uruguayo, merece intentos de organización que lo lleven a ser competitivo, sobre todo a nivel de selección”, manifestaba el Maestro que destacaba que actualmente hay muchos entrenadores jóvenes que apuntan a un trabajo más global en el fútbol.

El entrenador agregaba: “Creo que debemos dar espacio a pensar lo que pueda ocurrir, y los que pueden tener problemas a buscar un sustituto son los que están encargados en esos temas que son los dirigentes del fútbol, pero quizás no hay que buscar un sustituto de mí, sino alguien diferente. A mí me han preguntado muchas veces y yo ni siquiera quise opinar del tema, ni cuando termine estoy voy a dar opinión sobre quién tendría que ser, no me corresponde”.

“En el fútbol no hay títulos nobiliarios ni hereditarios, todo tiene que ser a través del esfuerzo personal. Aunque sea muy fundamentada no tengo porqué decir ‘Fulano tendría que ser’, lo pienso y tal vez me muerdo los labios para no decirlo pero no lo digo porque me parece que eso debe ser así”, subrayaba el técnico, cuyo segundo ciclo al frente de la Celeste finalizó luego de quince años.

En ‘Bola da vez’, Tabárez se limitaba a indicar una única característica que debiera tener su sucesor: “No sé dónde podrían buscar un sustituto, evidentemente debe venir una persona con una edad parecida a la que yo tenía cuando empezó todo esto, o más joven todavía”. El técnico había iniciado su segundo ciclo en la Selección Uruguaya en marzo del 2006, apenas días después de haber cumplido 59 años.

Diego Lugano acotaba en la entrevista sobre este tema: “Lo que queda claro es que sin un proceso integrado de las juveniles a la mayor, en este mundo actual y en un país como el nuestro, no competimos y no correspondemos a la pasión y a la historia con el fútbol. El legado es ese, esto hay que hacerlo con un proceso continuado, coherente, es la manera de competir”.

Y Tabárez concluía: “Tiene que ser así, lo que no sabemos es si los que tienen que designar a esa persona piensan lo mismo. Eso es más incertidumbre que la pandemia, esperemos que sí”.

LOS DOS ELOGIOS A DIEGO LUGANO EN NUEVE AÑOS COMO CAPITÁN DE URUGUAY

En la citada entrevista, Lugano también recordó dos elogios que recibió de Tabárez, y quiso remarcar algunos aspectos de su trabajo. El exfutbolista indicó: “Hay cosas que exceden lo que es el mundo del fútbol, por ejemplo nunca lo vi insultar o faltarle el respeto a ningún jugador en ninguna circunstancia. Hemos tenido derrotas catastróficas, partidos lamentables, sufrido presiones enormes y la postura y la educación del Maestro era similar a la firmeza para tomar decisiones, decisiones que en una selección siempre pesan como convocar o no convocar a determinado jugador”.

“A veces en el fútbol se confunde y se cree que firmeza y convicción no pueden ir de la mano con educación, nivel y cariño. En eso el Maestro es totalmente diferente”, afirmó el exzaguero y capitán de la Selección.

Al respecto, Tabárez comentó la importancia de ‘no insultar o no darle rienda suelta al temperamento que todos tenemos’: “Cuando uno está al frente de un grupo el vehículo imprescindible es la palabra, lo que dice para hacerse entender. Y después están las cosas que uno hace, y debe haber una correspondencia entre lo que se dice y lo que se hace”.

Por último, Lugano narró entre risas los únicos momentos en los que Tabárez lo felicitó: “El Maestro tampoco es mucho de elogiar, como no es de criticar no es de elogiar. Y recuerdo que sólo me elogió dos veces en nueve años”.

“Una fue cuando perdimos en Argentina en el Monumental 2 a 1 en las Eliminatorias para Sudáfrica 2010; el partido fue el más duro, el partido que menos representó lo que el Maestro quería. ¡Lo que pegamos de patadas ese día! En 12 minutos ya íbamos perdiendo 2 a 0; Argentina con Messi, Tevez, Agüero, Zanetti, Mascherano, Riquelme, un cuadrazo. ‘Vamos a empezar a dar palo porque nos hacen cinco goles’, pensamos nosotros. Pero yo no, yo me comporté y dejé que mis compañeros pegaran”, relató el exdefensor.

Y concluyó sobre esta primera historia: “Perdimos, terminó el partido, Tabárez me llamó aparte y me dijo ‘Lo felicito porque usted se comportó como un verdadero líder en la adversidad, y con todas las dificultades tuvo lo que un líder tuvo que tener que es equilibrio emocional’. Así que él me felicitó en un partido que perdimos”.

Lugano agregó: “Y la otra vez fue cuando la Real Academia Española de Letras nos reconoció porque fuimos la selección que mejor se expresó en idioma español en el Mundial de Sudáfrica, y eso para el Maestro fue ver el conjunto de la obra acabado, lo que siempre quiso de los jugadores de la Selección, que identificaran la cultura del país con contenido social y educación”.

Y sentenció: “Nunca lo vi tan contento ni tan orgulloso, son cosas que me quedan grabadas y que muestran cómo el Maestro fue moldeando este proceso en Uruguay que es imposible e irrepetible. No existen ni van a existir procesos así porque todo está envuelto en la figura del Maestro, que todos los días en esos pequeños detalles va generando un respeto unánime de todos quienes conviven alrededor con total educación y con la firmeza que requiere ser entrenador de una Selección como la de Uruguay”.