Cuando todos esperaban, a lo mejor, un clásico o un duelo entre habituales candidatos, Carlos Mannucci avanzó a pase firme y clasificó a la final de la Copa Bicentenario para tentar su primer título en la Primera División frente a Sporting Cristal.
El equipo de Pablo Peirano, que empezó con el pie izquierdo la temporada (eliminado de la Copa Sudamericana y de andar irregular en la Fase 1), aprovechó la copa local para consolidarse y volverse un serio candidato a competir por clasificar a los playoffs.
Mientras tanto, Mannucci tiene la oportunidad de lograr algo inédito en su historia: coronarse en la Primera División, considerando que sus máximos títulos son dos Copa Perú (1968 y 1969), los demás son en torneos regionales.
Pese a no tener el arranque de temporada esperado, el novel entrenador uruguayo ha sabido reponerse de los traspiés y finalmente ensamblar sus fichajes a su modelo de juego, aquel que ha puesto a Mannucci en la gran final de la Copa Bicentenario.
A diferencia de su rival Sporting Cristal, el conjunto carlista empezó ganando sus primeros dos juegos (2-1 ante Melgar y 3-0 ante Llacuabamba) y posteriormente ha tenido que acudir a la tanda de penales para imponerse a UTC (4-2) y Atlético Grau (5-3).
Más allá del favoritismo rimense, el Mannucci de Peirano tiene la determinación de escribir una de las páginas más gloriosas en la historia del club más popular de Trujillo. Argumentos le sobran.