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Partido México vs. Costa Rica es detenido en el segundo tiempo por grito homofóbico

El compromiso de la Nations League en Denver, Colorado volvió a verse manchado por el grito en las tribunas

La afición que se presentó al partido entre México y Costa Rica insistió en el grito homofóbico, que se escucha cada que despeja el arquero rival de la Selección Mexicana, sin importar los esfuerzos de la Concacaf y la FMF, por hacer campañas para dejarlo en el olvido o la amenaza de suspender el compromiso si se escucha de manera reiterativa.

En el juego entre México y Costa Rica, el grito homofóbico se escuchó en repetidas ocasiones, en el Empower Field, sin importar que en la publicidad estática del inmueble recordaban la campaña “Lo que está mal, está mal”, que invita a los aficionados a dejar de hacer la expresión que se considera discriminatoria.

El sonido del estadio le llamó la atención a los aficionados, para invitarlos a dejar de gritar en contra del portero Leonel Moreira, aunque no todos los presentes acataron las indicaciones y, al insistir en este tema, el compromiso fue detenido en tiempo de reposición de la parte complementaria para cumplir con la segunda parte del protocolo.

Para la Nations League de la Concacaf, la Confederación anunció que incluiría el protocolo de los tres pasos, el cual inicia en una llamada de atención, cuando se escucha el grito, y puede derivar en la suspensión del partido.

La sanción, en caso de suspender el partido, sería definida por la Comisión Disciplinaria de la Concacaf y el partido se jugaría al día siguiente, sin público, o perdería el partido uno de los dos involucrados, en este caso, México.

En la actualidad, la FIFA tiene dos investigaciones en contra de la Selección Mexicana, debido a que en los Juegos del Preolímpico de la Concacaf se escuchó en repetidas ocasiones el grito homofóbico, hasta ahora no se han hecho públicas las sanciones.

México se presume como la selección que domina el área de la Concacaf, pero podría empezar a perder partidos, si sus aficionados no empiezan a dejar de practicar el grito homofóbico en contra de los porteros rivales.