Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol, habló con ESPN sobre qué sensaciones le dejó el empate 2 a 2 ante Nacional, y destacó a algunos juveniles por su desempeño.
Ruglio dijo que lo que le quedó tras el encuentro disputado el sábado y que terminó 2-2 fue “un festejo por el punto obtenido, viendo cómo se había dado el trámite del partido”. “Con el análisis frío uno dice: se festeja un empate. En esas condiciones en las que nos quedábamos con la punta de la Tabla Anual, seguíamos primeros desde que empezó el campeonato, terminar jugando con un zaguero ‘inventado’ como Santiago Homenchenko y otro juvenil por unos 30 minutos, de visitantes, y lograr remontar dos veces el resultado, fue eso lo que festejamos en el momento”.
El mandatario aurinegro añadió que luego de un rato de celebraciones para que todos se “desahogaran de un partido que había sido difícil”, llegaron a concentrar a la Ciudad Deportiva de Los Aromos haciendo “autocrítica real, ver cómo mejoramos los errores, laburar mucho y quedarnos con la tranquilidad que, aunque se volvió a no jugar bien, la actitud estuvo y se remontó ese resultado”. Ruglio dijo que vivió el partido -que solo tuvo público locatario en las tribunas del Gran Parque Central- “muy ansioso” desde la zona del vestuario de visitantes por momentos, o con su teléfono celular, o a través de una computadora, o escuchando las reacciones de la cancha.
Entre los desempeños de Peñarol, y reiterando que entendía que el Manya había hecho “un muy mal partido y que es necesario levantar el nivel de juego cuanto antes”, destacó el partido realizado por Damián García. “Lo vi sólido, inteligente para jugar, que cuando no salían las cosas, era práctico”, indicó. Sobre el mediocampista dijo que “es un tremendo jugador, que no tiene techo y ya lo ha demostrado: es campeón de la CONMEBOL Libertadores Sub 20 y del Mundial Sub 20 con Uruguay. Cada vez que se pone la camiseta del primer equipo no le pesa, tiene une personalidad bárbara, así que tenemos a un tremendo jugador”, expresó.
Otro juvenil que debió aparecer cuando las papas quemaban fue Santiago Homenchenko, habitualmente mediocampista, que tuvo que ingresar a dar una mano en la zaga por la expulsión de Leo Coelho y la lesión de Maximiliano Olivera. “Ahora lo vi y le dije: ‘nos vemos, zaguero’ porque es increíble. Ha practicado de zaguero, pero fue increíble la cantidad de minutos que les tocó jugar a los dos [con Nahuel Herrera] y lo que hicieron. Por eso digo que sabemos que tenemos que hacer una autocrítica real y lo tenemos bien claro que no mejoramos, pero también a veces se infla tanto a los otros cuadros que hasta por eso fue el festejo: no nos ganaron ni siquiera con una pareja de back media inventada, ambos con 20 años, y así y todo Peñarol lo remontó. Creo que ese es el festejo. Porque después dicen ‘mirá cómo festejaron...’. Mirá las condicionantes del partido y del campeonato y vas a entender el festejo”, expresó.