Nelson Abeijón, asistente técnico de Álvaro Recoba en Nacional, se mostró arrepentido por su reacción en el clásico donde fue protagonista del tumulto que se generó con los jugadores de Peñarol.
El exjugador del club y actual integrante del cuerpo técnico tricolor, dijo que quedó mal por su expulsión y que le transmitió al jefe de prensa de Nacional su necesidad de hacer una nota para pedir disculpas.
Abeijón habló en el programa Minuto 1 de Carve Deportiva donde comenzó diciendo: “Desde que terminó el partido hasta ayer que hablé con el encargado de prensa de Nacional para decirle que yo necesitaba hablar para decir que estoy totalmente arrepentido de lo que hice porque es una imagen que nunca di en mi vida”, comenzó diciendo el asistente de Recoba.
Abeijón agregó: “Mi intención fue entrar a separar y después pasaron cosas que son normales pero la manera en que me comporté no son ejemplo para nadie, sobre todo para mis hijos y para el club. Jamás se me pasó por la cabeza hacer eso para que los hinchas me dijeran ¡qué bien Abeijón! Estoy arrepentido”.
El asistente dijo: “Estoy muy triste porque me considero una persona correcta en la vida. La pasión me jugó en contra, todo el amor que le tengo a Nacional me jugó una mala pasada en ese momento de calentura. Espero que la gente lo entienda”.
Abeijón dijo que el árbitro Mathías De Armas estuvo correcto con su decisión de expulsarlo: “Me parece correcto lo que hizo el árbitro y voy a aceptar las consecuencias que vengan. No voy a entrar en detalles de lo que pasó, acepto la expulsión, después hubo hechos, pero pase lo que pase yo no puedo reaccionar así”.
Consultado sobre si con el paso de las horas pudo hablar con alguien de Peñarol, Abeijón respondió: “Hice una llamada después del partido, con una persona que me conoce, porque correspondía y las cosas fueron claras. Me pareció algo lógico para que no se quede con esa imagen. Y eso me alcanzó, porque después no tengo que darle explicaciones a nadie”.
Abeijón concluyó diciendo que habló con Álvaro Recoba y le pidió disculpas por el momento vivido en pleno clásico.